Además de su rica historia y cultura, Jerusalem ha evolucionado en los últimos años para transformarse en un imán para la actividad emprendedora y la innovación. La ciudad actualmente aloja 405 compañías tecnológicas activas, un crecimiento de 102% desde 2012, de acuerdo con nuevos datos publicados por la organización sin fines de lucro de Tel Aviv, Startup Nation Central (SNC).
Tan sólo en 2019, 233,5 millones de dólares fueron invertidos en compañías y startups basadas en Jerusalem, lo que implica un aumento de 21% respecto del año anterior. El negocio tecnológico más grande de Israel fue la adquisición por parte de Intel de la empresa de conducción autónoma Mobileye, por más de 15 mil millones de dólares.
Otras empresas tecnológicas reconocidas de Jerusalem incluyen al desarrollador de aplicaciones de creación de contenido Lightricks Ltd. y la compañía de dispositivos de visión artificial OrCam Technologies Ltd., ambas valoradas en más de mil millones de dólares, informó Wendy Singer, directora ejecutiva de SNC el jueves en una entrevista con Calcalist.
Los salarios menores que se pueden pagar a los empleados en Jerusalem en comparación con Tel Aviv no son importantes, y tampoco un factor a la hora de abrir una oficina allí, aseguró. “Cuando las grandes compañías crezcan, como Mobileye que buscará contratar a miles de empleados en los próximos años, intentarán atraer ingenieros de Tel Aviv, y deben ser competitivos”.
“La brecha salarial no es tan grande como se cree”, explicó Singer.
El número de empresas de Jerusalem con la IA como núcleo de su tecnología ha aumentado de 30 a 80, expresó. Más de 20 corporaciones multinacionales tienen oficinas de investigación y desarrollo en Jerusalem, añadió.
La diversidad demográfica de la ciudad también es un factor por el que muchas compañías se basan ahí, dijo Singer. La ciudad aloja a 919.000 personas, 38% de ellos árabes israelíes y 24,5% son judíos ortodoxos.
“La inclusión y la diversidad en los equipos de tecnología son extremadamente deseables. Mientras que las poblaciones árabe y ortodoxa solían ser vistas como los desafíos más grandes de la ciudad, ahora se ven como uno de sus mayores activos”.
“Si se toman a las mujeres ortodoxas y los árabes israelíes que ya tienen títulos en ciencias computacionales, y se los ayuda a crear redes y se les da oportunidades de entrevista, pueden ser grandes activos para estas compañías”, agregó Singer.
Por siglos, Jerusalem ha sido un sitio de peregrinaje para millones de judíos, cristianos y musulmanes. En el siglo XXI, ¿será la innovación su mayor atracción?
