El ministro de Energía, Yuval Steinitz, afirmó que Israel es el país que más redujo el uso de carbón para la producción de energía eléctrica desde el año 2015.
En declaraciones para Ynet, manifestó que participará hoy (martes) de la Cumbre del Clima en Madrid.
Steinitz explicó el motivo por el cual él será el enviado de Israel. “¿Por qué un ministro de Energía participará de la Cumbre del Clima? Generalmente lo hace el ministro de Protección del Medio Ambiente. Pero mi amigo Zeev Elkin, con quien tengo una fantástica relación laboral, propuso que vaya yo”, expresó Steinitz.
El ministro recordó su declaración sobre el fin del uso de carbón para el año 2025. “En la Cumbre del Clima habrá una conferencia especial sobre energía y nos pidieron participar de la misma. Cuando estudiamos el asunto, nos dimos cuenta que ocupamos el primer lugar del mundo en lo que a reducción de uso de carbón se refiere. Y eso sucedió desde que yo fui designado como ministro de Energía en 2015. Hasta ese año, la contaminación generada por las plantas eléctricas en el país aumentaba todo el tiempo. Pero desde 2015, la contaminación se ha reducido dramáticamente”, señaló Steinitz.
Si bien los datos presentados por el ministro de Energía respecto de la importante caída en el uso de carbón, Israel no se encuentra en una buena posición respecto de la utilización de energías renovables, como la solar o la eólica.
Al respecto, el ministro señaló: “Nuestro problema con las energías renovables es que para obtener un 30% de energía solar, necesitamos un 100% de producción cuando el sol brilla durante el mediodía, pero por la noche no nos provee energía, por lo que precisamos de plantas eléctricas que funcionen con un combustible limpio como el gas natural, ya que no sólo cuando brilla el sol debe haber electricidad".
Respecto de los debates que se llevarán a cabo mañana en la Cumbre del Clima, Steinitz afirmó: “Estamos acabando con la contaminación del aire en Israel, y la borraremos casi por completo para 2025. El efecto del calentamiento global y la contaminación generada por el plástico en los océanos representan un peligro real para el futuro de la humanidad y el de la Tierra, y no estamos haciendo lo suficiente en el mundo para detenerlo”.
Steinitz añadió: “Si el mundo entero, por cierto, hubiera hecho lo que hacemos en Israel, estaríamos en una mejor situación. Pero no hacemos lo suficiente en el planeta, y tampoco en Israel. Nosotros ya hemos logrado reducir la contaminación provocada por las centrales eléctricas en un 50%, pero en lo que se refiere al transporte y a la contaminación del plástico, estamos en el comienzo del camino, y debemos ocuparnos también de esos asuntos”.