Una aplicación telefónica que permite a las mujeres de la Franja de Gaza denunciar malos tratos domésticos de forma anónima está permitiendo que un número cada vez mayor de víctimas busque ayuda, y así evite la vergüenza y las represalias que disuaden a muchas de acudir directamente a las autoridades.
La aplicación "Masahatuna" o "Nuestros Espacios" fue desarrollada por el ingeniero informático local Alaa Huthut, que vio la necesidad de una forma de buscar asesoramiento de forma segura en una sociedad en la que las presiones familiares mantienen oculta gran parte de la violencia doméstica.
"La privacidad era muy importante, ya que el miedo suele ser la causa por la que las mujeres no contactan o visitan los centros", explicó a Reuters. La app permite a las mujeres registrarse en el servicio sin dar su nombre ni dejar rastro de sus contactos con los centros de atención en sus teléfonos.
En Gaza, dirigida por el grupo islamista Hamás, viven unos 2,3 millones de personas, casi la mitad de ellas mujeres, según registros palestinos. En 2019 la Oficina Palestina de Estadísticas informó que el 41% de las mujeres en Gaza se habían enfrentado a la violencia doméstica y los grupos de mujeres aseguran que, como en muchos otros países, el problema empeoró durante los bloqueos por coronavirus.
"Me enfrenté a la violencia verbal y física durante muchos años", comentó una mujer de Gaza, de 28 años, que pidió no ser nombrada. Tras divorciarse hace dos años, la mujer contó que se enfrentó a las amenazas de su ex marido y su familia, que la amenazaron con llevarse a su hijo de 7 años.
Kholoud Al-Sawalma, del Centro de Medios de Comunicación de la Comunidad de Gaza, remarcó que 355 mujeres descargaron la aplicación y 160 se habían puesto en contacto con centros de ayuda que proporcionan apoyo psicológico y jurídico.
El mes pasado, un tribunal de Gaza impuso la pena de muerte a un hombre que golpeó a su esposa hasta matarla. Pero los grupos de mujeres afirman que hay que hacer más para detener la violencia doméstica en Gaza, donde algunas mujeres que denuncian abusos, a veces, son dirigidas a los líderes de los clanes para resolverlos.
En algunos casos en los que las mujeres murieron a causa de malos tratos, algunos hombres pueden intentar eludir un castigo severo acusando a sus parejas de adulterio o fingiendo problemas de salud mental, según los defensores de la ley.
