Aunque el gobierno de Naftali Bennet -el primero dirigido por un Primer Ministro con experiencia en alta tecnología- fijo el objetivo de hacer crecer la mano de obra tecnológica local del 10% al 15%, el cambio no puede materializarse de la noche a la mañana. Así, mientras el país, al igual que otras partes del mundo, se recupera de la pandemia de coronavirus y se adapta a la nueva realidad que creó, las empresas tecnológicas siguen buscando los mejores talentos y esperan cubrir sus vacantes.
"Tenemos objetivos de crecimiento en toda la empresa", explica Tom Livne, CEO y fundador de Verbit, al comienzo de la entrevista.
"Se puede importar gente, aunque tiene que ser sostenible a largo plazo. Otra idea es contratar a la gente que ya está en Israel y ofrecerles una buena oportunidad de desarrollar una carrera y ganar todavía más"
La empresa que fundó se centra en las transcripciones de audio y vídeo basadas en la inteligencia artificial (IA) y a pesar de que su empresa recaudó cerca de 300 millones de dólares hasta la fecha, Livne admite problemas: "hay desafíos en la contratación, principalmente en el departamento de Investigación y Desarrollo (I+D). El reto es multiplicar nuestros equipos en un plazo muy corto, en mercados de trabajo muy pequeños y competitivos".
A la hora de hablar sobre si la escasez de mano de obra afectó a su producto, Tom Livne fue tajante.
"Hasta ahora, nuestra marca de empleo y los mecanismos de crecimiento inteligente nos permitieron crecer a tiempo, pero este es un reto que podría afectar a nuestro crecimiento futuro", advierte.
Livne mencionó los puestos de I+D como los más difíciles de cubrir, aunque, cuando se le preguntó por las posibilidades de subcontratar o traer personal del extranjero, sugirió varias alternativas.
"Se puede importar gente, aunque tiene que ser sostenible a largo plazo. Otra idea es contratar a la gente que ya está en Israel y ofrecerles una buena oportunidad de desarrollar una carrera y ganar más".
Reconoció las políticas del gobierno israelí destinadas a remediar el asunto, pero también añadió que "ya se está haciendo, pero no al ritmo ni al alcance que necesita la industria".
Finalmente, cuándo se le preguntó sobre la competencia, y como aprovechar la mano de obra para no perder terreno en la alta tecnología, el CEO de Verbit se mostró confiado y entusiasmado con su empresa.
"Tenemos una gran marca de empleados, una empresa con un éxito asombroso en los últimos cuatro años, un gran producto y una propuesta de valor que ayudan a que el mundo sea más accesible para todos. Y, por último, pero no menos importante, un personal y una cultura estupenda", cerró.