Israel limita la vigilancia de portadores de COVID-19.
En las últimas semanas, la investigación de MeMed naturalmente se enfocó en el tratamiento del nuevo coronavirus.
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Eran Eden, CEO de MeMed.

Una empresa de tecnología israelí desarrolló un test rápido de diagnóstico de enfermedades

A partir del uso de una tecnología que examina el sistema inmune y no la infección en sí, MeMed logró desarrollar un test que arroja resultados en 15 minutos.

Omer Kabir - Adaptado por Adrián Olstein |
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La compañía de tecnología diagnóstica israelí MeMed desarrolló un test que permite identificar si una infección es causada por un virus o una bacteria, reduciendo significativamente el uso de antibióticos para el tratamiento. La empresa recibió ahora la aprobación regulatoria para comercializar en el mercado israelí y europeo su test rápido que proporciona resultados en 15 minutos.
“Después de muchos años de desarrollo, pruebas, ensayos y producción, recibir la aprobación regulatoria es una gran noticia que nos permitirá ayudar en el diagnóstico de pacientes”, expresó el fundador y CEO de la compañía, Eran Eden.
MeMed fue fundada en 2009 por Eden y Kafir Oved, director de tecnología. La prueba que desarrollaron es capaz de determinar con precisión si la infección en un paciente con síntomas como fiebre es de origen bacteriano o viral y brinda a los médicos información importante sobre el tipo de tratamiento que deben administrar. Identificar la fuente de la infección es una herramienta fundamental para determinar si se necesita recetar o no antibióticos.
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Eran Eden, CEO de MeMed.
Eran Eden, CEO de MeMed.
Eran Eden, CEO de MeMed.
(Elad Gershoren)
En lugar de analizar una muestra de la infección, MeMed prueba la respuesta del sistema inmunitario. Esto permite que la prueba se realice mediante un simple análisis de sangre, sin necesidad de llegar a la fuente de la infección que a veces resulta desconocida o difícil de alcanzar. La primera generación del test brindaba resultados en dos horas y requería del trabajo de un técnico de laboratorio. La generación actual, llamada MeMed Key, proporciona resultados en 15 minutos y se puede utilizar en cualquier punto de atención, incluso centros de salud pequeños y remotos.
MeMed ya recaudó 100 millones de dólares de grandes empresas como Foxconn (Taiwán), Horizon Ventures (China) y la compañía de seguros más grande de China, Ping An. También recibió cerca de 30 millones en subvenciones de la Unión Europea y del ejército de Estados Unidos.
“Este es el objetivo principal de cualquier compañía”, destacó Oved a Calcalist. “Las empresas quieren llegar al mercado con un producto maduro y un deseo de cambiar la realidad. Fue una década entera dedicada al desarrollo: I+D, alianzas y objetivos intermedios como la primera generación del producto. Son pocas las alternativas que existen hoy en el espectro terapéutico, y el problema principal es que muchas son imprecisas. Ahora estamos en condiciones de utilizar esta tecnología que se desarrolló durante años y ponerla al alcance de todo el mundo occidental y más también”, evaluó.
MeMed se encuentra trabajando en simultáneo en el desarrollo de una variedad de nuevos test que se basan en el mismo principio que consiste en poner a prueba la respuesta del sistema inmune. “El problema de distinguir entre virus y bacteria fue el mayor y más urgente de los desafíos. Pero ahora, a partir de la misma lógica, es solo cuestión de tiempo que podamos diseñar nuevas pruebas que brinden valores adicionales”, contó Oved. “En las salas de emergencia los médicos se encuentran con una amplia variedad de síntomas. La idea es utilizar la reacción del cuerpo para proporcionar nuevos conceptos, diagnósticos más rápidos y mejores decisiones acerca del tratamiento”, agregó.
En las últimas semanas, la investigación de MeMed naturalmente se enfocó en el tratamiento del nuevo coronavirus. “En el mundo del COVID-19 hay una gran cantidad de incógnitas en el diagnóstico. Por ejemplo, determinar la presencia o no del virus en una persona. Pero no es nuestra prioridad en el momento porque hay empresas que ya lo hacen. Nuestro valor agregado está en usar la respuesta del sistema inmune para resolver otros problemas”, señaló.
“Digamos que un paciente llega a una sala de emergencias diagnosticada como portadora de coronavirus”, ejemplificó Eden. “¿Cómo hacen los médicos para determinar si su condición está a punto de agravarse y conviene hospitalizarlo o si, por el contrario, va a estar bien y mejor enviarlo a la casa? Hay una proteína del sistema inmune que nuestra tecnología permite detectar y usar para predecir esa situación. Es una especie de luz de advertencia del cuerpo”, detalló.
Otro desarrollo en este sentido es la capacidad de determinar si un paciente tiene una enfermedad infecciosa incluso antes del inicio de los síntomas. “El sistema inmune es un sensor muy sensible y tiene el potencial para detectar la existencia de una infección incluso antes de que el virus sea detectable”, explicó.
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