La pandemia de coronavirus (Covid-19) ha creado una crisis económica sin precedentes en el mundo. Para muchas startups israelíes esto significa el principio del fin. Quienes la consigan atravesar lo habrán logrado gracias a una combinación de factores, incluyendo haber recibido ayuda en el momento correcto. Uno de los lugares que provee esta asistencia y guía durante este momento crucial es la Misión Económica Israelí en la Costa Oeste, con base en San Francisco.
La enorme red de contactos de la misión en Sillicon Valley y en otros 17 estados estadounidenses suele ser crucial para las startups israelíes en busca de inversores y clientes, especialmente durante una crisis. De acuerdo con Moran Zilbershtein, jefa de la Misión Económica Israelí en la Costa Oeste, la pandemia está pasando factura a las empresas israelíes. Enfatizó que aún hay una gran variedad de oportunidades, pero principalmente para startups que proporcionen productos diseñados para este momento poco común.
“Hay compañías que no tienen productos que encajen con la situación actual y se están enfrentando con muchos desafíos”, explicó Zilbershtein. “El primer desafío es reclutar nuevos clientes. Esto es algo que se escucha mucho. Se habla de la distancia física y cómo ésta presenta un desafío ya que las videoconferencias no pueden reemplazar la interacción personal, especialmente cuando se trata de cerrar un acuerdo. Incluso acuerdos que estaban en proceso han sido pausados. El segundo desafío para muchas startups en intentar recaudar dinero. Muchos fondos de capital de riesgo están siendo más cautos y tomando más tiempo que antes para firmar acuerdos. La valuación de muchas empresas también ha sufrido. Esto es una tendencia real”.
De acuerdo con Zilbershtein, estamos atravesando tiempos de ansiedad para las compañías que creen que pueden proveer soluciones innovadoras durante la crisis actual. “La compañías que cuentan con un producto ideal para esta situación no están preocupadas, pero están bajo gran presión para aprovechar al máximo esta ventana de oportunidad que se les ha abierto”, explicó Zilbershtein. “Son muy insistentes en ser conectados con tantos potenciales clientes e inversores como sea posible antes de que se cierre la ventana, pero intentamos explicarles que las cosas no van a volver a ser como antes. En estas situaciones intentamos no ser insensibles a la hora de conectarlos con compañías locales. Nos aseguramos de que tengan un producto funcional y otros clientes antes de conectarlos con empresas estadounidenses para que no parezca que estamos aprovechándonos de la situación y las dificultades que trae para promover nuestras tecnologías”.
Las delegaciones israelíes ya no visitan San Francisco y como una de las 44 misiones económicas operadas por el Ministerio de Economía e Industria, Zilbershtein y su equipo están haciendo todo lo posible para encontrar un sustituto para las reuniones cara a cara. “Cuando comenzó la cuarentena aquí y se frenaron los vuelos desde Israel, las compañías se encontraron lejos de su mercado objetivo”, señaló. “No se pueden encontrar cara a cara con clientes, socios o inversores y eso ha tenido un gran impacto. Las reuniones en persona aún tienen una gran importancia en el mundo en que vivimos y las compañías con las que hablamos han señalado que éste es uno de los mayores desafíos con los que se enfrentan. Es extremadamente difícil encontrar inversores en la situación actual y ahí es donde la misión económica se ubica en el tablero. Se necesita una cálida introducción para alcanzar a las compañías en este momento y eso es algo que podemos hacer.”
Pero incluso con esta cálida introducción, muchos fondos de capital de riesgo no están interesados en escuchar sobre innovación en este momento. “La mayoría de las compañías están en modo de supervivencia y han ubicado a la innovación en el asiento trasero. Las compañías se están centrando en sus productos actuales y cómo atravesar la crisis. La principal exportación de Israel a esta región son compañías tecnológicas que proporcionan innovación y nuevas tecnologías por lo que esto nos afecta enormemente”, dijo Zilbershtein. “Cuando se está físicamente lejos del mercado objetivo es difícil llegar a nuevas empresas y hablar con sus CFO o CEO. Los inversores suelen basar una gran parte de su decisión sobre si invertir o no en la relación que desarrollan con los fundadores. Es parte de su diligencia debida y si no pueden conocer al CEO y su equipo y hablar con ellos es más difícil tomar una decisión”.
A pesar del aislamiento, Zilbershtein dice que la misión está más ocupada que nunca. “Nuestro trabajo en tiempos normales es actuar como un puente entre las compañías israelíes y el mercado local. Hacemos esto mayormente mediante exhibiciones, giras, o delegaciones que vienen y nos ocupamos de organizar las reuniones. Así que como la mayoría de las compañías, nuestra forma de trabajo ha cambiado a raíz de la pandemia. Transicionamos a herramientas digitales” explicó. “Nuestra mayor ventaja es nuestra red de contactos. Tenemos miles de contactos en la costa oeste, no solo en Silicon Valley, sino que también en otros estados como Washington, Oregón, Nevada y Utah. Actualmente, ninguna compañía le da atención a nadie que no tenga al menos un contacto que se considere de confianza. Aquí es donde está nuestro valor agregado para las compañías israelíes porque nuestras cálidas introducciones proporcionan un oportunidad para organizar reuniones con un potencial cliente o inversor. Hemos sido muy exitosos en esto en el último tiempo. Estamos haciendo las cosas de manera diferente debido a la pandemia pero nuestra actividad no se ha disminuido”.
"Así que, como la mayoría de las compañías, nuestra forma de trabajo ha cambiado a raíz de la pandemia. Transicionamos a herramientas digitales”
Zilbershtein señaló que la pandemia podría tener incluso algunas ventajas, ya que algunos ejecutivos de alto nivel tienen más tiempo para hablar ahora que no están tan ocupados viajando y participando en conferencias. Mencionó también que los fondos de capital de riesgo en Silicon Valley hablan sobre la revolución digital que se decía tardaría 10 años en llegar se ha acelerado y tardará sólo uno, haciendo más atractivas para los inversores a industrias como la telemedicina y la educación remota. Por ahora de todas maneras, una gran parte de la costa oeste, incluyendo San Francisco y Silicon Valley, continúan operando en modo de crisis, y parece que esto continuará al menos en el futuro cercano.
“Es muy difícil predecir cuándo comenzará la nueva normalidad. Aún estamos en cuarentena y el gobernador ha anunciado parámetros claros para determinar cuándo se reabrirá el estado. Sin duda estamos en modo de control de crisis y nuestro trabajo como misión es entender lo que está pasando”, agregó Zilbershtein. “Tenemos acceso a muchas compañías y estamos hablando con ellas constantemente para entender las tendencias, necesidades y oportunidades de negocios actuales. No somos magos. No podemos crear negocios de la nada. Debemos entender las oportunidades que existen en el mercado. Hay oportunidades durante una crisis, aunque son diferentes”.