A pesar de que el número de estudiantes de tecnología árabes israelíes se duplicó con creces en los últimos siete años, sólo representaban el 1,8% del floreciente ecosistema de alta tecnología del país en 2021, según demostró una nueva investigación.
La investigación preliminar -titulada "El ecosistema empresarial de alta tecnología en la sociedad árabe"- fue redactada por el Start-Up Nation Policy Institute (SNPI) en colaboración con la Autoridad de Innovación de Israel y Hasoub, una organización no gubernamental dedicada a promover a los empresarios tecnológicos árabes.
La proporción de empleados árabes en la alta tecnología alcanzó el 2,2% en 2018, se redujo al 1,8% en 2021 y solo el 0,8% de los directores ejecutivos de tecnología son árabes
Según el primer informe, desde 2018 hubo muy poco crecimiento del empleo árabe en el sector tecnológico israelí en general. De hecho, mientras que la proporción de empleados árabes en la alta tecnología alcanzó el 2,2% en 2018, se redujo al 1,8% en 2021 y solo el 0,8% de los directores ejecutivos de tecnología son árabes.
Además, los árabes constituían el 21,1% de la población de Israel en 2020, según el Instituto de la Democracia de Israel, con una pequeña mayoría (51,6%) que reside en las zonas del norte del país.
Assaf Patir, economista jefe del SNPI que dirigió el informe, manifestó que el instituto aún no podía determinar con precisión por qué el número de árabes que se incorporan al sector tecnológico es tan bajo.
"Una posibilidad es que exista una barrera para que estos estudiantes entren en el ecosistema israelí, puede tener que ver con la discriminación o simplemente con la geografía", contó Patir. "Creemos que el gran cuello de botella en cuanto a la incorporación de más árabes a la alta tecnología está en la educación primaria y secundaria. Sólo el 15% de los estudiantes que cursan en Israel son árabes", agregó.
El número de trabajadores de la alta tecnología creció a un ritmo anual del 6,7%, pero sólo el 0,5% para los empleados árabes
En general, según el informe, el número de trabajadores de la alta tecnología creció a un ritmo anual del 6,7%, pero sólo el 0,5% para los empleados árabes.
Y ello a pesar de que el número de estudiantes árabes en carreras relacionadas con la tecnología se duplicó con creces en los últimos siete años, en comparación con el aumento del 35% de la población general. Aproximadamente el 80% de los estudiantes árabes del ámbito tecnológico estudian informática e ingeniería eléctrica.
Uri Gabai, director general de SNPI, cree que las barreras geográficas y culturales son los principales factores que impiden que un mayor número de árabes se incorpore al ecosistema tecnológico.
"La mayor parte de la alta tecnología de Israel se concentra en la zona de Tel Aviv", dijo Gabai. "Si no puedes alquilar un apartamento ahí, tenes que viajar desde Haifa o Nazaret hasta Tel Aviv, lo que es bastante imposible con el tráfico", sumó.
"No creo que exista un fenómeno generalizado de discriminación de los árabes por parte de las empresas de alta tecnología, pero creo que hay barreras culturales y geográficas en la sociedad israelí que siguen planteando muchas dificultades para que los árabes se integren en las empresas de alta tecnología del centro", continuó. "Compiten con los israelíes que viven en el centro, que están mucho más conectados y tienen más facilidad para establecer redes", agregó.
El informe también se centra en el emprendimiento tecnológico árabe e indica que también se desarrolló muy lentamente. En la última década se fundaron unas 100 empresas emergentes por parte de emprendedores tecnológicos árabes, y casi la mitad de ellas se ubicaron en ciudades árabes.
En otras palabras, sólo se crean 10 nuevas empresas de media en la sociedad árabe cada año.
La ciudad árabe de Nazaret, en el norte de Israel, se convirtió en la capital del emprendimiento de alta tecnología para la comunidad, ya que aproximadamente el 40% de las nuevas empresas tecnológicas dirigidas por árabes se fundaron allí en la última década. A Nazaret le siguen Haifa (20%), Tel Aviv-Yaffo (9%) y Jerusalem (8%).
"Vemos algo de emprendimiento árabe, pero las cifras son todavía muy, muy pequeñas", afirmó Patir. "En cuanto a la composición por sexos, las mujeres están infrarrepresentadas en estas empresas, pero están infrarrepresentadas en la alta tecnología en general", sostuvo.
El gobierno israelí puso en marcha varios intentos para impulsar la participación de la mano de obra tecnológica árabe. A principios de este año, la Autoridad de Innovación anunció un programa de 70 millones de dólares destinado a promover el espíritu empresarial en la comunidad y a fomentar la integración de la población árabe en el floreciente sector de la alta tecnología del país.
El programa incluye subvenciones operativas para centros de emprendimiento, programas de tutoría y aceleradores, así como el establecimiento previsto de una incubadora tecnológica que trabajará con empresarios en ciernes para crear nuevas empresas.
Aunque los programas de formación y las aceleradoras pueden ser útiles, Gabai sostiene que los retos actuales de la comunidad árabe están muy arraigados y son más difíciles de resolver.
"Si se profundiza, se empiezan a encontrar problemas mayores", dijo Gabai. "En el caso de los árabes, muchos de ellos tienen menos ingresos y el nivel educativo es más bajo en los municipios donde viven. Ahora tenemos que adentrarnos en los retos más profundos de la sociedad israelí", remarcó
"El talento ya está ahí, pero hay que hacerlo crecer, y hacerlo crecer es una tarea mucho más difícil de lo que era hace cinco años", finalizó.