Nahum Peretz del kibutz Metzer, lleva 25 años transportando estudiantes al Colegio Mevoot Eron, en Rehovot. La semana pasada se sorprendió al descubrir que uno de los alumnos, N., a quien llevó en su vehículo a la escuela desde séptimo a duodécimo grado y completó un curso de pilotos de la Fuerza Aérea, lo eligió como su modelo inspirador.
"Cuando recibí la invitación, tenía lágrimas en los ojos, apenas podía hablar"
Nahum Peretz
Peretz admitió que le sorprendió que el joven piloto eligiera otorgarle tal honor. "Desde hace más de 25 años llevo a estos niños a la escuela”, dijo. Y agregó: "Los quiero mucho. Yo los cuido. En la escuela somos como educadores. Nosotros también estamos en el colegio con los niños todo el día. Y yo solía llevar a N. entre dos y tres veces al día, desde séptimo grado. Él tuvo una gran conexión conmigo. Cuando les entristece algo que sucede en la escuela recurren a mí llorando, y yo los ayudo. Generalmente abren sus corazones durante el viaje, así que somos una especie de educadores de la vida”.
"Un día vino y me dijo: 'Me llamaron para ser piloto’'. Yo le respondí: 'Escucha, la Fuerza Aérea es excelente, no hay un ejército mejor que ese y tú tendrás éxito. Debes comenzar el curso, terminarlo y después de la graduación volarás sobre la escuela y harás un zumbido para mí en el cielo’. Llegó el día en que este aprendiz se convirtió en piloto y los ojos y el corazón se me llenaron de lágrimas. No hay nada mejor que esto. La pasé muy bien y tuve una gran experiencia con él”.
"Elegí a Nahum como mi maestro de vida porque fue una guía durante mi adolescencia"
N.
Peretz recordó los momentos significativos con N. "Era un poco travieso pero sano. Cuando subía al autobús pedía sentarse en su lugar, incluso si estaba ocupado. Yo lo calmaba y le decía: 'No es terrible, todo en la vida pasa. Recibirás tu lugar, te lo reservaremos. Todo lo expresaba con calma. De esa manera fui una especie de inspiración para ellos, ya que no me enojaba”, recordó.
N. invitó a Peretz a la ceremonia de graduación del curso de pilotos. "Cuando recibí la invitación, tenía lágrimas en los ojos, apenas podía hablar. Cuando me invitaron, supe que, como la persona que influyó sobre N., también debía reunirme con el comandante, quien realmente quería escuchar qué fue lo que llevó al joven a tomar esa decisión. El encuentro con N. fue conmovedor, hasta las lágrimas, e incluyó abrazos y besos. Él estaba muy feliz de verme y yo le dije que estaba muy orgulloso de él. Uno valora el hecho de que todo lo que uno invierte por estos niños finalmente da sus frutos”, comentó.
En los motivos de su elección, N. explicó que Nahum había trabajado como docente en la escuela, y cuando en la institución necesitaban un conductor de autobús para transportar a los estudiantes, se ofreció como voluntario de inmediato, pero no dejó de educar desde el asiento del chofer. “Nahum llevó a mis tres hermanos desde el inicio del secundario hasta que se graduaron, y para todos nosotros fue una figura influyente. Durante los seis años que estudié en la escuela aprendí sobre valores, el amor por el otro y la excelencia", manifestó.
"Elegí a Nahum como mi maestro de vida porque fue una guía durante mi adolescencia. En un momento en que estaba lleno de cambios, era importante tener a alguien en la vida que pudiera delinear valores como un observador imparcial. Más allá de su relación conmigo, Nahum intenta educar a todos los jóvenes que conoce, y durante años logró llegar a miles de adolescentes. En nombre mío y de todos ellos quería agradecerle por todo su trabajo. Después de la ceremonia, lo vi sentado con mi familia en la tribuna y se sintió cómodo con ella, porque los miembros de mi familia son el grupo que me ha apoyado siempre, y sin dudas, él forma parte de ese grupo”.