Un tribunal israelí resolvió mantener la detención efectiva de un joven israelí por delitos de odio hacia palestinos, en un fallo inusual debido a la condición de menor de edad del acusado al momento de cometer los ataques.
En febrero el joven de 18 años, que al momento de los hechos tenía 17, fue acusado por conspirar con otras personas para cometer delitos con motivaciones raciales, agresiones agravadas, portación de armas, amenazas, atentados contra la propiedad privada, vandalismo de vehículos y violaciones de disposiciones legales.
Según la acusación formal, el imputado se organizó con otras siete personas cuyas identidades se desconocen con el objetivo de dañar sistemáticamente a árabes y palestinos. Como parte de esa organización, en la mañana del 4 de enero los involucrados llegaron a la aldea palestina de Sarta (Cisjordania) con sus rostros cubiertos cerca de cuatro casas de familias palestinas. Distribuidos en tres automóviles, portaban piedras, objetos punzantes y granadas paralizantes que suelen ser utilizadas por las fuerzas de seguridad.
El atentado se concretó minutos después del arribo de los atacantes. Las cuatro casas de familias palestinas, en donde viven hombres, mujeres, adultos y niños, fueron atacadas con granadas y piedras. Tres vehículos estacionados allí fueron vandalizados con piedras en sus ventanas y la pinchadura de los neumáticos de dos de ellos. Un hombre palestino resultó herido.
Ante el caos generalizado, los atacantes huyeron del lugar. El acusado de cometer este delito de odio lo hizo en violación a una orden de libertad condicional. Unos meses antes el joven había vulnerado una medida similar. Por ese motivo el 25 de marzo el juez Ido Druyan, del Tribunal del Distrito de Lod, ordenó su detención preventiva hasta que finalice el proceso judicial.
El hecho se hizo público este miércoles, luego de que la Corte Suprema de Israel rechazó una apelación del abogado defensor. El juez Yosef Elron avaló el fallo de Druyan “en vista de los graves delitos atribuidos al acusado, que se cometieron por una ideología de odio y fueron diseñados para infringir miedo y terror en la población”.
“Teniendo en cuenta su historial criminal, y a la luz de la información de inteligencia presentada ante el tribunal, no hay alternativa a la detención que pueda anular la peligrosidad del acusado, a pesar de la recomendación de la libertad condicional por tratarse de un menor de edad”, argumentó la Corte Suprema.
La sentencia de la Corte agrega que “como se dijo en reiteradas ocasiones, ´los menores no son inmunes´ y la ley no prohíbe la detención de un menor hasta la finalización del juicio cuando no hay alternativas viables” y enfatizó en “el riesgo de que se repita una conducta delictiva ´ideológica´ y violaciones a las condiciones de liberación”.
