Margarita, de 12 años, y su madre escaparon del terror del ejército ruso durante el bombardeo de Chernígov y emprendieron un viaje incierto, llevando con ellas solo una pequeña maleta que la madre había logrado empacar. Dejaron en Ucrania un hogar, una vida, recuerdos y la guitarra de Margarita, con la cual aprendió a tocar desde pequeña.
Semanas después, una vez instaladas en su nueva casa de Nof Hagalil, en el norte de Israel, la escuela descubrió cuánto Margarita necesitaba de esa guitarra. Y fue allí que la directora tomó la decisión y le compró una nueva guitarra a la niña.
La madre de Margarita, Alexandra Yerufaeva (38), dijo que “Margarita aprendió a tocar a través de Internet. Se pasaba horas. La guitarra era su mejor amiga”, y agregó: “Metí toda mi vida en una maleta y nos escapamos, pero no podíamos llevarnos su guitarra favorita. A Margarita le dolió, estaba muy triste”.
Su ciudad natal Chernígov, cerca de Kiev, fue bombardeada a diario desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. Al darse cuenta de que la situación no iba a mejorar, Alexandra decidió huir de la zona de combate. Lograron salir de la ciudad, cuyo puente de entrada fue destruido por los bombardeos, e intentaron poco a poco llegar a Rumania. Después de dos semanas, emigraron a Israel.
La directora de la escuela de Nof Hagalil, Shira Yardeni, se refirió a Margarita como una niña muy sociable y simpática: “El curso salió un día a grabar una canción que habían escrito para fin de año. Margarita se alejó en un momento de su grupo y agarró una guitarra que había en el lugar. El profesor habló con ella y le quedó en claro el deseo de la niña: convertirse en una guitarrista profesional”, señaló.
La directora contó que en un principio la solución fue prestarle una guitarra, pero rápidamente entendieron lo mucho que la niña necesitaba contar a diario con una. "Le regalé la guitarra a fin de año y ella simplemente brillaba de felicidad, estaba emocionada.
La propia Margarita contó: “La directora me hizo un sueño realidad, y estoy muy feliz. Lo pasé muy mal sin mi guitarra. En Ucrania tocaba unas dos horas al día, y realmente extrañaba eso".
El alcalde de Nof Hagalil, Ronen Plot, agregó: "Detrás de la nueva guitarra de Margarita hay una muestra inspiradora acerca de la absorción de 160 niños inmigrantes en nuestro sistema educativo. Estoy orgulloso del personal educativo y de los trabajadores del departamento de absorción que rodean a los inmigrantes de calidez y amor, y les dan un sentido de seguridad, familia y hogar".