El ex ministro de Comunicaciones de Afganistán, Sayed Ahmad Shaha Saddat, llegó a Alemania en 2020 tras haber desistido de su cargo. Según expresa, no quiso ser parte de la corrupción gubernamental que azotaba a su país, por lo que tomó la decisión de emigrar a Europa.
En Alemania, su sueño es trabajar en una compañía de telecomunicación. Pero mientras tanto, en Leipzig, una ciudad hacia el este del país y en el estado de Sajonia, encontró una fuente de sustento como repartidor de comida y entrega sus pedidos pedaleando en bicicleta.
A pesar de los últimos acontecimientos de público conocimiento en Afganistán, el ex funcionario solo tiene palabras de esperanza para su nación. Mediante sus redes sociales, expresó: “Qué Dios ayude al liderazgo y al nuevo ministro de Comunicaciones a transformar Afganistán en un país digital”.
Además, el pasado 18 de agosto escribió en su cuenta de Facebook: “En los últimos tres días no se derramó una sola gota de sangre afgana. Todo se construirá en paz, paciencia”. Tres días antes había escrito: “Es una nueva era y con ella, la esperanza para Afganistán avanza con seguridad”.
Dificultades para encontrar trabajo
A pesar de sus antecedentes laborales, Sadaat tuvo dificultades para encontrar un trabajo en Alemania que se ajustara a su experiencia. En un principio, Sadaat esperaba encontrar ocupación en un campo relacionado, pero al no hablar alemán, sus posibilidades eran escasas. “El idioma es lo más importante”, afirmó Sadaat, que también tiene nacionalidad británica.
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Sayed Ahmad Shaha Saddat reparte comida a domicilio en bicicleta por las calles de Leipzig, Alemania.
(AJN)
Sadaat estudia alemán todos los días en una escuela de idiomas. Luego, por la tarde, se desempeña durante seis horas como repartidor de comidas para Lieferando, donde empezó a trabajar este verano. Asimismo, el ex ministro afgano confesó que tuvo el gran reto de aprender a andar en bicicleta entre el tráfico de la ciudad: “Los primeros días fueron emocionantes, pero difíciles”, narró.
Aumentan las solicitudes afganas de asilo
La historia de Sadaat cobró especial relevancia en medio del caos que se está produciendo en su país, tras la toma del poder por parte de los talibanes. Sus familiares y amigos también quieren marcharse, con la esperanza de unirse a los miles de personas que se encuentran en vuelos de evacuación o que intentan encontrar otras rutas de salida.
Con la retirada de las tropas estadounidenses, el número de solicitantes de asilo afganos en Alemania ha aumentado desde principios de año en más de un 130%, según datos de la Oficina Federal de Migración y Refugiados.
