Vera y Hamilton Leira, ciudadanos brasileños que superan los 60 años, se encontraron este jueves con sus familiares israelíes luego de algunos días de angustia por la negativa del Ministerio del Interior para ingresar al país.
La pareja de brasileños viajó a Israel para celebrar la boda de su hija Yehudit y su futuro esposo, ambos israelíes inmigrantes. Pero el domingo, al aterrizar en el aeropuerto Ben Gurión, fueron acusados de intentar establecerse en el país de manera ilegal.
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Tras los días de angustia, el reencuentro familiar en el aeropuerto Ben Gurión.
(Ynet)
Los inspectores de migraciones les negaron el ingreso a la pareja, a pesar de que ambos exhibieron la invitación a la boda y el contrato del salón de fiestas del evento. Vera fue deportada a Madrid y su boleto de regreso a Brasil recién estaba agendado para abril. Mientras que Hamilton sufrió una descompensación por el estrés de la situación y fue internado de urgencia en el hospital Sheba.
Sol Rotman, el novio de Yehudit, la hija de los brasileños deportados, declaró: “Somos sionistas, llegué a Israel hace siete años y fui soldado de la unidad Golani. Estamos solos y los padres de Yehudit viajaron antes para ayudarnos con la organización de la boda”.
La pareja de brasileños viajó a Israel para celebrar la boda de su hija. Pero al aterrizar en el aeropuerto Ben Gurión fueron acusados de intentar establecerse en el país de manera ilegal.
Luego de una apelación judicial urgente, la deportación de Vera y Hamilton fue suspendida y la justicia exigió explicaciones al Ministerio del Interior. Así fue que el ministerio permitió que el padre de Yehudit se quede en el país y, fianza mediante de 100 mil shekels (31 mil dólares), autorizó el regreso de la madre que se encontraba sola en España.
“La conducta de las autoridades estatales hacia los padres de una ciudadana israelí fue insoportable, y desafortunadamente no escuchamos una palabra de disculpa de parte de algún funcionario”, expresó la familia poco después del esperado reencuentro familiar que se produjo este jueves.
La declaración familiar detalló los diferentes perjuicios que sufrieron los turistas brasileños: “El daño físico al padre, la exigencia a depositar una fianza sin un plazo mínimo para organizarse, los padres debieron firmar formularios en hebreo e inglés sin asistencia de un traductor, la pareja fue separada y la madre fue empujada a un avión únicamente con una cartera y un teléfono, el equipaje de ambos desapareció. No hubo ningún tipo de trato humano”
Tomer Varsha, abogado que representó a la familia, celebró el reencuentro de sus defendidos, denunció que “este caso abre una caja de Pandora sobre la mala conducta en el control fronterizo del aeropuerto Ben Gurión” y afirmó que pidió “una discusión urgente en el Comité del Interior para evitar una reincidencia en esta conducta”.
