El caso del sargento Elia Hagabi fue definido como un “milagro” por los médicos que lo atendieron en el hospital Sheba, cerca de Tel Aviv, después de sufrir una esquirla de una bala le produjera una herida en la cabeza durante un ataque perpetrado por un terrorista cerca de Ramallah hace un año. Y hoy, el combatiente volvió a la Brigada Kfir para comandar un pelotón.
El incidente tuvo lugar en febrero del año pasado, cuando un terrorista armado, que se encontraba oculto en el área del Consejo Regional Binyamin, abrió fuego contra Hagabi y un compañero que se encontraban realizando tareas de vigilancia en la zona.
El sargento Elia Hajabi fue herido en la cabeza y tuvo que someterse a una cirugía para que se le pudiera extraer la esquirla de la bala. Atravesó un largo proceso de recuperación de unos seis meses, y luego podría haber optado por dejar el ejército o al menos servir en una posición menos peligrosa. Sin embargo, el joven decidió regresar al batallón como combatiente, e incluso realizó un curso de comandantes. Actualmente se desempeña como comandante de los reclutas de la brigada en una base de entrenamiento en el Valle del Jordán.
En declaraciones para Ynet, Hagabi explicó cómo sucedió el incidente. "El terrorista se escondió entre los arbustos y abrió fuego. Luego salió por un momento y disparó de nuevo, y fue en ese momento que lo vi. Corrimos para cubrirnos y respondimos al ataque. Y fue entonces cuando me di cuenta que estaba herido”. Y añadió: "Le dije al soldado que estaba conmigo que pidiera ayuda mientras continuaba combatiendo. Cuando finalizó el incidente, estaba satisfecho porque pudimos cumplir con la misión y proteger a los civiles”.
Luego de varias horas en el hospital, a Hajabi le quedó claro que había recibido su vida como regalo: "La bala rozó la cabeza y una de las esquirlas penetró, pero solo en el cuero cabelludo, por lo que pudo ser removida”.
“Cuando regresé al batallón pedí ser comandante, y parte de mi tarea es contar lo que sucedió a los combatientes y reclutas, y mostrarles la cicatriz de la que no me avergüenzo”, expresó.