Israel concedió finalmente una residencia temporal al jugador de baloncesto estadounidense Jared Armstrong, poniendo fin, por ahora, a una saga de meses de múltiples rechazos, acusaciones de racismo y peticiones de personas influyentes, entre ellas un rabino vinculado al presidente Joe Biden.
El Ministerio del Interior de Israel, que gestiona las solicitudes de ciudadanía, anunció su decisión el domingo, tres semanas después de que expirara el visado de turista de Armstrong y una después de que el ministerio anunciara que concedería la ciudadanía al futbolista portugués Miguel Vitor.
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Jared Armstrong, a la izquierda, en un viaje de Birthright Israel en 2021.
(Cortesía)
La decisión de la ministra del Interior, Ayelet Shaked, de reconocer a Vitor como ciudadano, permitiéndole jugar con la selección nacional de fútbol de Israel, despertó polémica. Medios de comunicación israelíes se preguntaron por qué un atleta recibió un trato preferente mientras que Armstrong, que fue criado como judío y hasta se sometió a una conversión formal como parte de su solicitud de ciudadanía, vio cómo su caso se prolongaba sin solución.
"Me temo que la decisión de residencia temporal de la ministra [Shaked] hace que Jared dependa del Estado para su bienestar y apoyo, ya que los equipos de baloncesto que lo quieren no pueden emplearlo"
Michael Beals, rabino estadounidense
De hecho, Armstrong apareció en la televisión israelí un día antes de Yom Hazikaron, el Día de la Memoria de Israel, para insistir en un caso que había promovido de todas las maneras posibles durante los meses anteriores. Más tarde, el lunes, aseguró que sigue siendo optimista sobre la posibilidad de conseguir la ciudadanía en el futuro. "Fue muy estresante, una completa montaña rusa", contó Armstrong. "Pero me siento bien porque estoy un paso más cerca de la ciudadanía", afirmó.
El rabino de Armstrong, Michael Beals, con sede en Wilmington, Delaware, tenía una visión más pesimista de la situación en la que arremetió contra Shaked por no conceder a su pupilo la plena ciudadanía. "Me temo que la decisión de residencia temporal de la ministra hace que Jared dependa del Estado para su bienestar y apoyo, ya que los equipos de baloncesto que lo quieren no pueden emplearlo", declaró Beals.
Beals manifestó que Shaked "debe hacer teshuva [arrepentimiento] ahora y conceder a Jared la plena ciudadanía israelí que su caso merece. Ya mismo".
De momento, la residencia temporal permitirá al joven, natural de Filadelfia y ex jugador de baloncesto universitario de la Universidad de Slippery Rock, vivir y trabajar legalmente en Israel. La residencia temporal en Israel es válida durante tres años, con la opción de renovarla por otros dos. Pero no está claro si podrá aceptar la oferta para jugar en el equipo de baloncesto Hapoel Haifa.
"Ni una sola vez pensé que alguien dudara de mi identidad dentro del pueblo judío. Mi madre y mi comunidad me enseñaron y criaron como judío"
Jared Armstrong, atleta estadounidense
Las normas locales limitan estrictamente el número de jugadores no israelíes que los equipos pueden incluir en sus listas. Por eso, deportistas extranjeros suelen solicitar la ciudadanía y, dado que la política de inmigración de Israel exige una prueba de ascendencia judía o un proceso de conversión reconocido para obtenerla, muchos se convierten al judaísmo.
Pero la conversión de Armstrong no fue reconocida por las autoridades. El 1 de mayo, el mismo día en que se aceptó la conversión de Vitor, la oficina de Shaked declaró que "la conversión de Armstrong no cumple los criterios".
El joven estadounidense fue criado como judío por una madre cuya conversión no es reconocida por ninguna de las principales corrientes judías, por lo que se sometió a una formal como parte de su oferta para trasladarse a Israel. Al denegar su solicitud de ciudadanía, el Ministerio del Interior afirmó que sólo intentaba convertirse para poder jugar al baloncesto, una acusación que Armstrong negó rotundamente en un artículo de opinión.
"Ni una sola vez pensé que alguien dudara de mi identidad dentro del pueblo judío. Mi madre y mi comunidad me enseñaron y criaron como judío. En lugar de tratarme como un judío que quiere volver a casa, ellos [el ministerio] me consideran un infiltrado que intenta participar en algo a lo que no tengo derecho", expresó.
Beals, al que se suele llamar "el rabino de Joe Biden" por sus estrechas relaciones con el presidente, acusó al gobierno israelí de ser "racista" en su gestión del caso. Armstrong es negro, e Israel tiene un historial incoherente a la hora de decidir sobre los casos de ciudadanía que afectan a judíos negros.
Armstrong utilizó a Joey Low -un intermediario con buenos contactos, capitalista de riesgo estadounidense e importante inversor en empresas israelíes- para facilitar una reunión el 28 de febrero con un miembro del personal de Shaked. Este empresario también fue un feroz defensor de los inmigrantes africanos en Israel, hablando en contra de las deportaciones del país de decenas de miles de refugiados.
En mensajes de voz de WhatsApp, ese miembro del personal le dijo a Low que se tomaría una decisión sobre la solicitud de ciudadanía de Armstrong en el plazo de un mes. En cambio, se tardó más de dos meses en alcanzarla. Durante ese tiempo, Armstrong se alojó en un albergue de Tel Aviv con un visado de turista, mantuvo un régimen de entrenamiento regular en un gimnasio local y utilizó un GoFundMe para ayudar a cubrir sus gastos, ya que tenía prohibido legalmente encontrar trabajo en el país. "Mi vida está completamente parada", compartió Armstrong antes de la resolución del ministerio. "Estoy listo para que esto termine", remarcó.
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Jared Armstrong (centro) con otros participantes en un viaje de Birthright a Israel en 2021.
(Cortesía)
Armstrong no es el único atleta que encontró obstáculos de inmigración para jugar en Israel. Pedro Galván, un futbolista argentino que jugó en Hapoel Tel Aviv durante 10 años, fue deportado junto a su familia en 2019 tras ser apartado del equipo. También vio cómo su propia solicitud de ciudadanía era denegada por el Ministerio del Interior.
Tras la decisión de Vitor la semana pasada, Boris Klaiman, un futbolista israelí que actualmente juega en un equipo griego, cuestionó por qué los resultados de Vitor y Galván habían sido tan diferentes. "¿Por qué fue Miguel Vitor un sí y Pedro Galván y sus cuatro hijas que crecieron en Israel fueron deportados?". preguntó Klaiman en un post de Instagram.
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De izquierda a derecha: el presidente Isaac Herzog, el ex juez del Tribunal Supremo Elyakim Rubinstein, el ex presidente Reuven Rivlin y el embajador entrante en Estados Unidos Mike Herzog.
(GPO)
Armstrong y sus partidarios también citaron otro caso reciente de ciudadanía de alto perfil, el del oligarca ruso Mikhail Prokhorov, en sus llamamientos públicos. Prokhorov, el duodécimo hombre más rico de Rusia y antiguo propietario de los Brooklyn Nets, voló recientemente a Israel en su jet privado, donde solicitó y recibió la ciudadanía en cuestión de días, basándose en la ascendencia de su abuela judía.
