Trabajadores migrantes de Tailandia que trabajan en campos israelíes.
Trabajadores migrantes de Tailandia que trabajan en campos israelíes.
Michael Kremer
Un trabajador de la salud evalúa a un niño para detectar coronavirus en un centro de pruebas para migrantes en Tel Aviv.

El coronavirus se suma a los desafíos que enfrentan los trabajadores extranjeros de Israel

Desde condiciones de vida y trabajo superpobladas, hasta las barreras con el idioma que les impiden acceder a sus servicios de salud pagos, cientos de miles de no residentes en Israel luchan. Mientras cuidan a los ancianos del país, recogen sus frutas y verduras.

The Media Line - Adaptado por Maura Silva |
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Desde cuidadores filipinos y trabajadores agrícolas tailandeses, hasta palestinos en la industria de la construcción, la pandemia de coronavirus ha agregado otra capa de incertidumbre a los migrantes en Israel, que ya enfrentan tremendas dificultades financieras y sociales, según las organizaciones de la sociedad civil.
La Autoridad de Población e Inmigración estima que hay más de 200.000 migrantes y solicitantes de asilo viviendo en el país, incluidos unos 101.000 extranjeros que ingresaron a Israel legalmente y que cuentan con permisos de trabajo.
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Un trabajador de la salud evalúa a un niño para detectar coronavirus en un centro de pruebas para migrantes en Tel Aviv.
Un trabajador de la salud evalúa a un niño para detectar coronavirus en un centro de pruebas para migrantes en Tel Aviv.
Un trabajador de la salud evalúa a un niño para detectar coronavirus en un centro de pruebas para migrantes en Tel Aviv.
(AP)
Los no residentes están exentos de los servicios públicos de salud según la Ley del Seguro Nacional de Salud de 1995 y, en su lugar, sí están autorizados para contar con un seguro privado.
Sin embargo, incluso con cobertura de salud, la barrera del idioma está demostrando ser un obstáculo para el sistema médico, dijo Miriam Anati, coordinadora agrícola de “Kav LaOved”, Línea Directa de Trabajadores, una organización no gubernamental israelí que se enfoca en los derechos de los trabajadores.
Anati dice que hay de 22.000 a 23.000 migrantes tailandeses trabajando en el sector agrícola de Israel (oficialmente 24.845 en 2019 según datos de la Autoridad de Población e Inmigración). Y que casi todos ellos no entienden hebreo o inglés.
Por lo tanto, a pesar de que tienen seguro privado, no tienen forma de acceder a los servicios de salud.
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Trabajadores extranjeros haciendo cola para una prueba de coronavirus.
Trabajadores extranjeros haciendo cola para una prueba de coronavirus.
Trabajadores extranjeros haciendo cola para una prueba de coronavirus.
(Negev Abbas)
"No pueden programar una cita para ver a un médico o una enfermera. Una vez que acuden a uno de ellos, no pueden explicar qué es lo que los está molestando ni tampoco pueden entender lo que el médico les dice", nos explica Anati.
"Esta es una situación extremadamente peligrosa porque los trabajadores tailandeses simplemente se han rendido y han dejado de usar este seguro de salud que tienen, porque no saben cómo manejarlo. No hay nadie traduciendo para ellos."
Anati reconoce que existen agencias privadas establecidas para ayudarlos a traducir, pero que en la práctica no están brindando las soluciones necesarias, posiblemente porque están abrumadas.
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Trabajadores migrantes de Tailandia que trabajan en campos israelíes.
Trabajadores migrantes de Tailandia que trabajan en campos israelíes.
Trabajadores migrantes de Tailandia que trabajan en campos israelíes.
(Michael Kremer)
Ella dice que los trabajadores migrantes tailandeses a menudo obtienen su información de la página de Facebook de Kav LaOved, que se traduce al tailandés.
La agricultura se considera una actividad económica esencial. Por lo que los inmigrantes tailandeses y palestinos que trabajan en granjas israelíes han seguido poniendo comida en las mesas de los residentes de Israel durante la pandemia de coronavirus.
Otro problema, según Anati, es el acumulamiento de personas en las zonas residenciales de migrantes de kibutzim y moshavim. Ya que que no permiten el distanciamiento social.
“Se ve a muchas personas acumuladas en alojamientos, duermen uno encima del otro en literas. Muy cerca entre sí”, dice Anati.
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Israelíes realizan una protesta en 2019 por los derechos de los trabajadores extranjeros y sus hijos.
Israelíes realizan una protesta en 2019 por los derechos de los trabajadores extranjeros y sus hijos.
Israelíes durante una protesta en 2019 por los derechos de los trabajadores extranjeros y sus hijos.
(Moti Kimchi)
La línea directa para refugiados y migrantes, una organización sin fines de lucro en Tel Aviv, tiene como objetivo proteger los derechos de los refugiados y migrantes en Israel. Ha estado trabajando con migrantes atrapados en centros de detención durante la pandemia de coronavirus.
La mayoría de los migrantes habían acordado regresar a sus hogares después de haberse quedado más tiempo por su visa de trabajo o de turista, pero no pudieron hacerlo ya que los vuelos a sus países fueron cancelados.
“Por lo general, lo que sucede es que la gente queda atrapada. Existe este procedimiento, y unos días después, como máximo, son enviados a casa. Es un procedimiento muy rápido en la mayoría de los casos", dice Shira Abbo, portavoz de The Hotline.
Ella agrega: “La pandemia y el hecho de que no hubo vuelos trajeron esta situación completamente nueva que nunca antes habíamos enfrentado. Los migrantes permanecieron detenidos durante meses, mientras realmente sólo querían irse a casa".
"El trabajo del cuidador siempre es difícil, y ahora los cuidadores en Israel están trabajando más duro por la situación del coronavirus", dice Meytal Russo, coordinador de cuidadores en Kav LaOved.
Según el informe de datos extranjeros de 2019 de la Autoridad de Población e Inmigración, en ese momento había 57.111 cuidadores documentados y 12.145 cuidadores indocumentados en Israel.
La mayoría de los cuidadores son de Filipinas (20.546 documentados y 5.860 indocumentados), seguidos de India y Moldavia.
Según Kav LaOved, ha habido una mayor demanda de cuidadores desde que comenzó el brote de coronavirus, con migrantes que trabajan con ancianos y en centros de asistencia.
Es necesario que los cuidadores se realicen pruebas de coronavirus ya que trabajan con personas mayores, dice Mijal Simonet Corech, portavoz de Kav LaOved. Sin embargo, hay desafíos para que los trabajadores migrantes se hagan la prueba en Israel.
Los trabajadores extranjeros no son elegidos para estas pruebas a través de las organizaciones de mantenimiento de salud del país. Por lo que deben confiar en otros medios para hacerse la prueba del coronavirus, con un centro de pruebas designado para migrantes establecido en el sur de Tel Aviv por el Centro Médico Sourasky, Tel Aviv. Municipio y Magen David Adom.
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Un sitio de prueba para trabajadores extranjeros en Tel Aviv.
Un sitio de prueba para trabajadores extranjeros en Tel Aviv.
Un sitio de prueba para trabajadores extranjeros en Tel Aviv.
(Nadav Abas)
Según la Organización Internacional del Trabajo, la cantidad de migrantes internacionales en los países del Consejo de Cooperación del Golfo empequeñece a Israel, con 35 millones de trabajadores extranjeros en 2019.
Los ciudadanos extranjeros constituyen la mayor parte de la población en Bahrein, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. En los EAU, se estima que hay 8.8 millones de extranjeros de una población de 10 millones.
Al principio de la pandemia, los casos se extendieron rápidamente en viviendas abarrotadas por los trabajadores migrantes, en zonas económicas especiales y ciudades industriales.
Los migrantes fueron traídos para completar grandes proyectos de obras públicas como la Expo en Dubai o la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar, dijo Robert Mogielnicki, académico residente del Instituto de Estados Árabes del Golfo en Washington.
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El estadio de la Copa Mundial en Qatar en construcción.
El estadio de la Copa Mundial en Qatar en construcción.
El estadio de la Copa Mundial en Qatar en construcción.
(Getty Images)
"Los estados árabes del Golfo se movieron rápidamente para contener la propagación de estas infecciones al establecer sitios de prueba dentro o cerca de estos alojamientos", dijo Mogielnicki
Según un informe de abril, los EAU, por ejemplo, ya habían probado a más de un millón de personas.
Abdulla Alabsi, director ejecutivo de la Autoridad Reguladora del Mercado Laboral del Reino de Bahrein, dijo que el país había realizado cerca de 700,000 pruebas de coronavirus hasta mediados de junio.
En la columna escrita para Arab News, promocionó las medidas tomadas por el gobierno de Bahrein para apoyar a los trabajadores migrantes durante la pandemia.
"Para mitigar y erradicar eficazmente este virus, debemos tratar la salud y la seguridad de todos por igual", dice Alabsi.
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