Dos semanas después del parto subrogado por el que fue padre de dos niños, el israelí Yaki Razmovitz pudo regresar al país con sus hijos tras un vuelo de rescate de la empresa Israir desde el aeropuerto internacional de Georgia.
Yaki llegó a la ciudad de Tiflis a mediados de marzo, un mes antes del nacimiento de sus hijos y justo antes de que Georgia cerrara sus fronteras por el coronavirus y prohibiera todo ingreso o salida del país.
"El 17 de marzo viajé con urgencia ya que Georgia se estaba cerrando herméticamente. Estuve allí un mes hasta que nacieron los bebés y otras dos semanas esperando que salieran del hospital", contó Yaki sobre su travesía. "Los georgianos le tienen mucho miedo al coronavirus, no me permitieron visitas en el hospital, y una vez por día me mandaban fotos de los niños", agregó.
Sin embargo, una vez que el padre ya tuvo a sus hijos en brazos, apareció un obstáculo grande en el camino de vuelta a Israel: según los protocolos de aviación, por motivos de seguridad cada bebé debía contar con un acompañante a cargo. "No había manera de que subiera solo con ellos al avión", relató Yaki.
A través de gestiones de la Embajada de Israel en Georgia, y de la intervención personal del director de la aerolínea Israir, apareció una solución creativa: Avi Gur Arye, uno de los pilotos de la compañía, firmó como "tutor responsable" de uno de los niños y permitió el regreso de la familia Razmovitz.
"Todos nos decían que no íbamos a poder viajar, pero tanto la embajada israelí como Israir demostraron un gran compromiso para ayudarme en esta situación, y gracias a eso estamos en casa", destacó Yaki.