Ismail Khaldi
Ismail Khaldi
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Khawaled

Ismail Khaldi, la expresión de la coexistencia

El cónsul general de Israel en Miami es el primer diplomático beduino del país. “He dedicado tiempo y esfuerzo a ayudar a mi comunidad”, señala quien se empeña en “educar, explicar y mostrar de primera mano quiénes somos los beduinos como parte de la sociedad”. Entrevista exclusiva de Ynet Español.

Pablo Londinsky |
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“Soy de Khawaled, una de las comunidades beduinas más pequeñas de la Galilea” explica Ismail Khaldi. Según el censo del año 2018, esa localidad del norte de Israel contaba con apenas 696 residentes. Los beduinos habitan desde tiempos inmemoriales los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak, Argelia, Egipto, Túnez y Libia. Y, por supuesto, en menor medida también lo hacen en Israel.
El nombre –beduino- refleja la principal característica de este colectivo. Se trata de ‘moradores del desierto’ o, sencillamente, nómadas. Considerados descendientes del pueblo árabe, Khaldi representa a uno de sus mejores expositores. Se trata del primero que logró ingresar al cuerpo diplomático israelí, siendo fiel reflejo de la heterogeneidad y coexistencia que reina entre la sociedad israelí.
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Khawaled
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Khawaled
(Hanay WP)
Recientemente asignado –aclara que de manera interina- al consulado general en Miami, Khaldi se exhibe orgulloso de sus orígenes. Incluso, alcanzó a publicar un libro en el que narra su “notable historia de transformación, desde sus modestas raíces en su aldea hasta alcanzar su triunfo como diplomático en un camino que no ha resultado sencillo”. Khaldi señala en diálogo exclusivo con Ynet Español que “en los lugares donde se publicó, el libro tocó el corazón y las mentes de mucha gente, incluso pese a no haber tenido gran publicidad ni difusión”, al tiempo que espera que pronto “pueda ser traducido y publicado también en español”.
“Debo mantener el trabajo del consulado y continuar fortaleciendo los lazos que unen a Israel y Estados Unidos”, señala Khaldi sobre la tarea que lo ha llevado a desembarcar en una de las ciudades más populares del Estado de Florida.
¿Cómo se siente en estas primeras semanas de gestión en Miami?
Es algo distinto a lo que he vivido en otras partes de Estados Unidos. Encontré más pluralidad de la que esperaba. La presencia de la comunidad latina refleja la diversidad que existe en la nueva sociedad estadounidense. Tengo mucho para aprender de ello aquí.
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Ismail Khaldi
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Ismail Khaldi
(Israelseen)
¿Cree que su llegada a Miami ayuda a visibilizar la coexistencia que se da entre distintos grupos en el seno de la sociedad israelí?
La mayoría de las personas, fuera de los círculos relacionados con Israel, mantiene una percepción errónea sobre la actual composición de la sociedad y la población israelí. Tanto el subjefe de misión en Miami, el vicecónsul Kasa Harbour (judío-etíope) como yo, representamos esa cara desconocida, multicultural y multiétnica de Israel. Nuestras historias y nuestra presencia ayudan a romper con cierto tipo de percepciones que existen hoy sobre el país.
¿Todavía cuesta explicar que el cuerpo diplomático israelí no está compuesto únicamente por miembros de religión judía, o cree que ha habido una evolución en este sentido?
Explicarlo sigue siendo hasta la actualidad un gran desafío. Y eso es algo que no cambiará en el corto plazo, por varias razones. No puedo emitir un juicio aún sobre Florida porque son pocas las semanas que llevo aquí, y apenas he mantenido unas pocas reuniones. Sin embargo ya puedo percibir un ambiente que se hace más tolerante que en otras partes del país. Yo he llegado a estar en lugares donde me han insultado, me han tratado de traidor y hasta me han denigrado catalogándome de ser un Joseph Goebbels. Esa gente simplemente cree que por no ser judío, no tengo derecho alguno a representar al Estado de Israel.
Por cierto, ¿qué impresión le generó que el nuevo embajador de Israel en Azerbaiyán -país musulmán- sea un diplomático árabe-cristiano?
La religión pasa a ser irrelevante. Uno puede ser druso, cristiano o musulmán. Es la prueba fehaciente que brinda Israel sobre esta igualdad de oportunidades con las que nos podemos encontrar nosotros, las minorías no judías, para integrarnos tanto en la sociedad como en las instituciones estatales.
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Embajador George Deek junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev
Embajador George Deek junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev
El embajador israelí George Deek junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev
(@IsraelinAZ)
¿Cómo describiría la situación actual de la comunidad beduina en Israel?
Es una comunidad muy similar a las nativas que pueden encontrarse aquí en Estados Unidos. Particularmente parecida en aspectos tales como cultura, tradiciones, estructura social, etc. Al igual que ellos, la comunidad beduina tiene sus propias costumbres, herencia y un estilo de vida único. Es una sociedad de pastores y nómadas. En los últimos 50 años, o más bien desde que se creó el Estado de Israel, hemos iniciado un proceso de transición que nos ha llevado a establecernos e integrarnos a la sociedad moderna. Sin embargo, se trata de un proceso que requiere de tiempo, de esfuerzo y que representa un gran desafío para mi generación. Nosotros debemos preservar nuestra herencia para las generaciones venideras, al mismo tiempo que nos esforzamos por ser parte de esta sociedad moderna. No resulta sencillo. Hay que tener presente, asimismo, que en Israel hay dos importantes comunidades beduinas. La más grande se encuentra en el sur, en el desierto del Neguev. Está compuesta por unos 180.000 miembros que aún hoy tienen problemas para poder establecerse. Por su parte, la segunda comunidad es algo más pequeña, y está radicada en la región de la Galilea, al norte del país. Son unas 65.000 personas, integrantes de unos 20 pueblos distintos.
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Khawaled
Khawaled
Khawaled, comunidad beduina de la Galilea
(Marc Israel Sellem)
En los últimos años he dedicado más tiempo y esfuerzo a ayudar a mi comunidad a poder sobrellevar de la mejor manera todos estos cambios. Incluso, y desde hace ya 15 años, a través de un programa al que denominamos “Caminar y aprender con los Beduinos de la Galilea”, mi familia y yo hemos estado recibiendo a cientos de visitantes cada año. La casa de mis padres en Khawaled siempre está de puertas abiertas. Nuestro objetivo es educar, explicar y mostrar de primera mano quiénes somos los beduinos como parte de la sociedad israelí. Los visitantes, en su mayoría son estudiantes judíos que provienen del exterior. Se van con una grata impresión. Por eso estamos planeando poder establecer un modesto centro para mostrar más sobre la cultura beduina, que al mismo tiempo pueda servir incluso como un centro de información para turistas. Queremos que allí se cuente la historia de nuestra aldea y de la comunidad beduina de la Galilea como parte integral que somos de la sociedad israelí.
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