"La variante Delta es una cosa de locos. Dense cuenta. Legal o ilegal, no es lo importante. Hay que usar barbijo. ¿Hace calor? Hay que usarlo igual. Hasta que encuentren una solución, si es que la hay, y mientras tengamos que convivir con este virus, hay que ponerse una mascarilla”, expresó desesperada Margalit Aviv cuando recibió, casi en simultáneo, la noticia del fallecimiento de su padre Yitzhak Na'a (86) y de su madre Rachel (85), ambos por causas relacionadas con el COVID-19.
"Estuvieron entre los primeros vacunados. Nos preocupamos por cuidarlos y en algo fallamos"
Margalit Aviv, hija del matrimonio fallecido
El matrimonio, residente en Kiryat Bialik, en el distrito de Haifa, ya había sido vacunado contra el coronavirus. En una entrevista en los estudios de Ynet esta mañana (martes), la hija sostuvo que la muerte los tomó por sorpresa. “Ellos estuvieron entre los primeros vacunados. Nos preocupamos por cuidarlos y en algo fallamos. No tenemos idea dónde se contagiaron porque todos los que estuvimos cerca dimos negativo. Buscar cómo se infectaron ya no es relevante. Ni siquiera la investigación epidemiológica logró demostrar de dónde provino el contagio”, contó.
Yitzhak comenzó a tener síntomas hace unas tres semanas y estuvo hospitalizado en el Hospital Rambam de Haifa durante diez días. Su estado empeoró y falleció el jueves pasado. Según su hija Margalit, no padecía de comorbilidades. Rachel ingresó al hospital pocos días después que su marido y falleció ayer.
"Hay que usar el barbijo. No pierdan ustedes también a un ser querido de esta manera”
Margalit Aviv
Margalit aprovechó el espacio de la entrevista con Ynet para llevar un mensaje al público: "Quiero decírselo a todos: cuiden su salud. Hay que hacer una pequeña transición de cómo era la vida antes de 2020. Más salud, mejor nutrición, ejercicio, todo lo que se pueda para convivir con el virus. Y por ahora, mientras no haya una solución, usar el barbijo. No pierdan ustedes también a un ser querido de esta manera”, expresó.
Rachel e Yitzhak llevaban 67 años juntos. Él llegó de Turquía siendo un adolescente y se conocieron mientras hacía el servicio militar en la Marina. Toda su vida vivieron en Kiryat Bialik, Yitzhak como empleado de un banco y Rachel como ama de casa. “Nuestra casa siempre estaba abierta y les encantaba recibir gente”, contó Margalit. “Eran gente sencilla, que amaba la vida y vivía una vida modesta”, concluyó.
El alcalde de la ciudad rindió homenaje al matrimonio: “Un final triste para una relación maravillosa. Yitzhak y Raquel eran una pareja querida por todos los que los conocían. La ciudad de Kiryat Bialik lamenta su muerte”.