Una investigación israelí demuestra que la vacuna contra el COVID-19 fabricada por Pfizer no solo protege a los vacunados de contraer el virus, sino que también ayuda a evitar que las personas inmunes transmitan la enfermedad a otras.
Esta fue una de las principales cuestiones al inicio de las diferentes campañas de vacunación en el mundo. Pero un estudio clínico realizado por el fondo de salud más grande de Israel, Clalit, arrojó una respuesta contundente: dos semanas después de que se administraran las primeras dosis de la farmacéutica israelí en el Estado judío, se pudo observar una caída significativa en las infecciones entre 200.000 personas de 60 años o más, a pesar de que no todos los involucrados en la investigación habían recibido la dosis.
El profesor Ran Balicer, jefe de innovación de Clalit, dice que no se detectó un efecto visible en las tasas de infección durante los días 5 y 12 después de que se aplica la primera inyección. Sin embargo, según los datos, a partir del día 13 comenzó una ligera reducción de la morbilidad y al día 14 hubo una caída del 33% en la propagación de la enfermedad entre los que estaban vacunados y los que no.
Israel comenzó a vacunar a su población con la vacuna Pfizer el 20 de diciembre de 2020. Hasta ahora, el país ha dado la primera de las dos inyecciones a casi 2.000.000 de personas y ya ha comenzado a administrar la segunda dosis.
Esta es la primera evidencia de que la vacuna de la farmacéutica estadounidense no solo evita que una persona contraiga el virus después de la exposición al mismo, sino que también previene que lo transmita a terceros. Aún no está claro si la primera dosis de la vacuna reduce la morbilidad más del 33%, o cuál es el porcentaje después de la segunda dosis, pero los expertos en salud israelíes creen que los datos muestran una caída significativa en la propagación del COVID-19.
El profesor Balicer dijo que si bien los resultados son solo preliminares, son "muy alentadores". "Es importante tener en cuenta que estos estudios no muestran que exista una protección total contra la enfermedad. Por lo tanto, quienes han sido vacunados aún deben ser cautelosos, usar mascarilla y cumplir con las órdenes de salud pública para proteger a quienes los rodean”, agregó.
Además, Balicer aseguró que los expertos esperan demostrar en las próximas semanas que la vacuna también ayuda a reducir los casos graves y las hospitalizaciones de las personas infectadas.