El canciller austriaco, Sebastian Kurz, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, visitarán Israel esta semana para dialogar sobre la cooperación entre los tres países para hacer frente a las nuevas variantes del coronavirus, anunció Kurz en Twitter el sábado.
El mandatario europeo manifestó que la vida volverá a la normalidad en los próximos meses gracias a las vacunas contra el coronavirus que están siendo inyectadas en estos días, pero señaló que las nuevas mutaciones pueden requerir nuevas inoculaciones y tratamientos.
"El objetivo debe ser adaptar las vacunas y los tratamientos existentes lo antes posible, o bien producir nuevos lo más rápido que se pueda, y debe hacerse de forma independiente", expresó Kurz, y agregó que Austria ha estado trabajando por su cuenta en capacidades de investigación y producción.
El canciller dijo que Israel, Austria y Dinamarca han estado manteniendo estrechos contactos en la lucha contra el COVID-19 desde hace meses, y ahora planean avanzar más en su cooperación.
Con este fin, los dos líderes visitarán Israel y se reunirán con el primer ministro Benjamín Netanyahu el 4 de marzo, añadió Kurz.
Las tres naciones trabajarán juntas en la investigación y el desarrollo, así como en la producción de vacunas y tratamientos contra el COVID-19.
La primera prioridad es "acelerar la producción y la adquisición de vacunas para el futuro", indicó el canciller austriaco.
Israel ha sido elogiado a nivel mundial por su rápido lanzamiento de su campaña de vacunación contra el coronavirus. Hasta el domingo, la mitad de los 9 millones de habitantes del Estado judío habían recibido la primera las dos dosis de la vacuna, en tanto que el 35% de la población ya había sido inoculado con ambas inyecciones.
Un estudio israelí publicado la semana pasada -la primera investigación de las vacunas Pfizer / BioNTech en ser revisada de forma independiente- muestra que la inyección es altamente efectiva para prevenir el COVID-19, en un posible momento histórico para los países desesperados por poner fin a los cierres generales y reabrir las economías.
El estudio mostró que dos dosis de la inyección de Pfizer redujeron los casos sintomáticos de COVID-19 en un 94% en todos los grupos etarios y las enfermedades graves en casi la misma cantidad.