El Ministerio de Salud anunció el domingo un incremento en las advertencias de viaje a otros países del este asiático, considerando la continua propagación del coronavirus.
Entre los nuevos destinos incluidos están Tailandia, Vietnam, Japón, Hong Kong, Singapur, Macao, Corea del Sur y Taiwán. Esto viene como una adición a la advertencia respecto a China, donde se originó el virus.
El Ministerio de Relaciones Exteriores criticó el domingo las nuevas precauciones, calificándolas de "daño diplomático sin precedentes". "El Ministerio de Salud está causando daños políticos sin precedentes. Israel es el primero en el mundo en dar ese paso", afirmó un funcionario.
El viernes pasado, el ministerio anunció que cualquier persona que regrese de los países incluidos en la advertencia extendida tiene prohibido concurrir a espacios públicos durante 14 días, y que los viajeros que regresen y exhiban posibles síntomas deben presentarse de inmediato a la clínica u hospital más cercano.
Cualquiera que responda a los siguientes criterios debe realizarse un examen: contacto con un paciente confirmado del coronavirus, visitas a uno de los países enumerados en las últimas dos semanas, una temperatura superior a 38°, tos, respiración agitada o cualquier otro síntoma respiratorio.
China elevó el número de muertos por el brote de coronavirus a 811 el domingo, superando el número de muertos a nivel mundial por la epidemia de SARS.
También el domingo, la aerolínea de bandera de Israel, El Al Airlines, decidió cancelar sus vuelos a Hong Kong esta semana. Esto se da tras una prohibición similar impuesta por el servicio aéreo nacional a vuelos a Pekín el mes pasado.
Muchas de las ciudades de China casi se han convertido en pueblos fantasmas durante las últimas dos semanas, ya que los gobernantes del Partido Comunista ordenaron bloqueos, cancelaron vuelos y cerraron fábricas y escuelas.
Incluso el lunes, muchos lugares de trabajo y centros educativos permanecerán cerrados, y numerosos empleados trabajarán desde casa.
La magnitud del impacto potencial para una economía que ha sido el motor del crecimiento mundial en los últimos años ha afectado a los mercados financieros, ya que las acciones cayeron y los inversores recurrieron al oro, los bonos y el yen japonés.