Lachlan Towart.
Lachlan Towart
UBS Israel
La telemedicina ya no será una posibilidad sino que será parte de nuestra vida diaria.

La telemedicina llegó para quedarse

Así como lo que consideramos normal en nuestra vida rutinaria podría sufrir cambios, también será diferente lo que hoy percibimos como normal en el cuidado de la salud.

Lachlan Towart - Adaptado por Mark Mysler |
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La pandemia de coronavirus (COVID-19) ha puesto de cabeza la vida diaria, debido a que se ven signos de que el primer pico de casos ya ha ha sido alcanzado en muchos países, por lo que es necesario tomarnos un momento para preguntarnos qué cambios de los vistos en los últimos dos meses se quedarán una vez que se acabe esta crisis.
En el ámbito del cuidado de la salud, un cambio que llegó para quedarse es el aumento en el uso de la telemedicina. Tanto doctores como hospitales han estado intentando mantener a los pacientes que no están en situación crítica fuera de los hospitales superpoblados, tanto para prevenir la infección como para preservar los suministros de equipos de protección. Muchos usuarios –y doctores– recién comienzan a implementar este tipo de interacción. A pesar de que la telemedicina estaba ampliamente disponible en muchos planes de seguro médico en Estados Unidos antes de la pandemia, sólo era utilizada por el 10% de los pacientes. Esta baja cantidad de uso refleja una falta de conciencia, y en algunos casos una resistencia a probar cosas nuevas. Ahora todo ha cambiado.
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telemedicina
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La telemedicina ya no será una posibilidad sino que será parte de nuestra vida diaria.
(Ynet)
Otros beneficios de la telemedicina incluyen costos más bajos y la habilidad de prestar servicios de atención primaria a lugares geográficamente distantes. Esto es particularmente importante en grandes países como China, donde históricamente ha habido una falta de servicios de atención primaria, y donde la salud en línea es uno de los segmentos más rápidamente crecientes de la industria de la salud.
La telemedicina va más allá que una simple videollamada con el doctor. Otras aplicaciones dentro del paraguas de la telemedicina incluyen el monitoreo remoto e incluso las cirugías asistidas por robots. Vemos el crecimiento de estas tecnologías como parte de una tendencia más amplia en la provisión de la salud: más digitalización y tecnología para reducir costos y mejorar los resultados. La pandemia permitirá un gran paso hacia su adopción.
La necesidad de cambio está clara. Los costos de la salud están creciendo alrededor del mundo, alcanzando el 12.6% del PBI entre miembros de la OCDE en 2017, el último año para el cual se encontró información, de acuerdo con números del Banco Mundial (BM). Los países subdesarrollados están alcanzando estos niveles rápidamente. Las razones de este crecimiento son muy claras: aumento de la población, envejecimiento y urbanización. Para el 2030, más de mil millones de personas tendrán 65 años o más, dos tercios más que hoy en día. Y con más gente viviendo ahora en ciudades que en el campo, un estilo de vida sedentario está derivando en que se incremente el número de enfermedades cardíacas y otras, como la diabetes y la obesidad.
Como resultado, los proveedores de servicios de salud están explorando el uso de tecnologías que podrían mejorar su eficiencia, dar mejores resultados y administrar mejor los costos. Creemos que el cuidado de la salud está en las etapas tempranas de un proceso de digitalización derivado de un aumento en el poder de procesamiento, mejor conectividad y cambios en las actitudes sociales.
¿Cómo puede la tecnología mejorar la eficiencia del cuidado de la salud? Los algoritmos pueden leer imágenes de rayos X más rápido y de manera más acertada que radiólogos humanos, liberando a clínicos para tareas más complejas. Usando algoritmos para personalizar las interacciones de salud, las aseguradoras pueden enfocarse más en el cuidado preventivo y en la reducción de residuos y costos. Los servicios de salud privados Alignment Health y Clover Health afirmaron haber reducido las tasas de admisión hospitalaria entre sus miembros en comparación con el cuidado de la salud tradicional.
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La telemedicina es una realidad.
La telemedicina es una realidad.
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(Gentileza)
Otras aplicaciones son más futuristas. Un estudio publicado en 2018 por Verily, la subsidiaria de tecnología médica de Google, evaluó el riesgo de enfermedades cardiovasculares solamente analizando escaneos de retina usando un algoritmo de aprendizaje computacional. La precisión en la detección de pacientes con probabilidad de sufrir enfermedades cardíacas en los próximos 5 años fue similar a la de los métodos de diagnóstico tradicionales.
Estos ejemplos ilustran algunas de las maneras en que la enorme cantidad de información de salud puede ser usada. Según estimativos de la compañía de servicios financieros suiza, UBS, el 5% de toda la información del mundo proviene del sistema de salud, y cómo utilizarla correctamente es una pregunta cada día más importante.
Junto al crecimiento de la digitalización en la salud se pueden observar otras dos tendencias. En primer lugar, los pacientes están más involucrados en decisiones sobre el cuidado de su salud gracias la alta y sencilla disponibilidad de información sobre salud. Y en segundo lugar, quienes pagan –sea el gobierno o aseguradoras privadas– están prestando más atención al valor de su dinero en sus presupuestos de salud. La digitalización ayuda a facilitar tanto la consumerización como el reembolso basado en el valor, ya que ambos requieren información para la toma de decisiones.
Estos cambios no carecen de riesgo. La información de salud es personal y sensible. Su mayor accesibilidad en línea propone riesgos de privacidad que deben ser administrados por la industria y reguladores. Controlar el uso legítimo de la información de salud, previniendo su robo y mal uso, será muy importante. También aparecen preguntas sobre responsabilidad, cuando más decisiones se delegan a o son influenciadas por un software.
Todos esperamos que se pueda volver a la normalidad pronto. Pero de la misma manera en que lo que cuenta como normal en nuestras vidas cotidianas está cambiando, lo que consideramos normal en la provisión de salud también sufrirá cambios. Creemos que la telemedicina llegó para quedarse, de una forma u otra. La adopción más amplia de la tecnología en la salud amenazará a quienes no se adecúen al ritmo de los avances. Pero también presenta oportunidades para las compañías e inversores dispuestos a adaptarse.
El escritor es un analista de capital en la oficina de inversión europea de UBS Global Wealth Management
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