Cada vez es más difícil conseguir un barbijo en Israel. En los sitios en línea, desde Super-Pharm (la mayor cadena de farmacias), hasta compañías que venden equipos de protección para trabajar, el producto figura con el cartel de "agotado", como resulado de una demanda sin precedentes.
En Israel no hay producción nacional de máscaras, y la mayoría de ellas se importan desde China, lo que no permite la reposición de existencias debido a la grave escasez del producto en su país de origen.
La mayor parte del inventario en Israel fue adquirido al estallar la epidemia, por compañías israelíes que enviaron una gran cantidad de máscaras a sus fábricas, proveedores y clientes en China.
El presidente de la Federación de Farmacéuticos, David Pepo, indicó que "tal vez quedan unos pocos miles de máscaras individuales, pero todos los proveedores con los que me contacté, señalaron que el inventario se estaba agotando". Asimismo, agregó que supone que "todos están tratando de aumentar los suministros, pero nadie sabe cuándo".
Cabe señalar que no cualquier barbijo evita el contagio, e incluso hay una advertencia de que las máscaras normales no tienen filtros. La máscara más efectiva lleva un filtro de los dos lados, que limpia el aire que ingresa y elimina el aire de escape.
