Investigadores del hospital Beilinson de Israel evaluaron a pacientes adultos que padecieron coronavirus y revelaron datos sobre el daño a largo plazo que provoca el virus en el estado físico de los pacientes recuperados.
La evaluación se realizó tres meses después del alta médica de los examinados con 30 adultos recuperados, y encontraron que la resistencia física de una persona de 45 años se asemejaba a la de adultos mayores que superan los 80 años.
Los participantes fueron sometidos a dos pruebas: una caminata de 6 minutos y un ejercicio que implicaba sentarse y levantarse durante aproximadamente medio minuto. En la caminata los recuperados lograron recorrer un promedio de 450 metros por persona, cuando a esa edad se estimó que podrían alcanzar alrededor de 700 metros. En el otro ejercicio completaron un promedio de 14 repeticiones, que según los investigadores es una marca semejante a la de personas que superan los 80 años.
“Los efectos tardíos del coronavirus pueden aparecer en los pulmones, el corazón y los músculos. El tratamiento se enfoca en los síntomas relevantes de cada paciente y es importante escuchar al cuerpo más de lo habitual”, señaló Nira Cohen Tzubari, directora del Instituto de Fisioterapia de Israel.
Ran Levy, fisioterapeuta del hospital Beilinson, recalcó que “muchos pacientes no recuperan su forma física completa para actividades diarias o en su rutina laboral” y afirmó que el estudio realizado demostró que “los pacientes recuperados disminuyeron significativamente su resistencia física debido a la enfermedad”.
En los últimos meses diversos expertos advirtieron sobre los efectos del COVID-19 que se manifiestan con el tiempo, que pueden ocurrir después de semanas o meses posteriores al alta. Hasta la fecha se informaron más de 200 síntomas típicos, como la fatiga, dificultad respiratoria, dolores musculares, depresión, erupciones cutáneas y problemas gastrointestinales.