Casi un cuarto de los israelíes que están conectados a respiradores artificiales son menores de 60 años, según información difundida este lunes por el Ministerio de Salud de Israel.
El informe detalla las franjas etarias de los 169 pacientes en estado grave y con asistencia respiratoria, entre los cuales figura una mujer de apenas 20 años. El 2,4% de este grupo de pacientes acredita entre 30 y 39 años, el 6% entre 40 y 49 años y el 15,6% entre 50 y 59 años. Así, por debajo de los 60, el total es del 24%.
A su vez, entre los 653 casos de COVID-19 definidos como graves, resalta la presencia de un niño menor de 9 años y otro menor de 19. El 0,9% tienen entre 20 y 29 años, el 2,8% entre 30 y 39, el 7,8% entre 40 y 49, el 15,5% entre 50 y 59, el 27,6% entre 60 y 69, el 26,2% entre 70 y 79, el 14,2% entre 80 y 89; y el 4,7% por encima de los 90 años de edad.
En el contexto de un fuerte aumento de casos que derivó en un cierre general del país que comenzó el viernes pasado, el Ministerio de Salud se dirigió por carta a los directores de hospitales israelíes para advertir que el sistema de salud se acerca a un “estado de emergencia” y que se estima para los próximos días un fuerte incremento en la cantidad de pacientes graves.
“Se espera que en los próximos diez días se sumen entre 200 y 300 pacientes críticos”, escribió Hezi Levi, director general del ministerio, lo que implicaría un aumento cercano al 50% en función de las cifras actuales.
A su vez Benny Gantz, ministro de Defensa, ordenó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que comiencen a prepararse para abrir hospitales de campaña que puedan descomprimir la situación del sistema de hospitales israelíes.