Una jueza de la corte de familia de Tel Aviv, permitió publicar ayer una resolución emitida hace dos meses, en la que se aceptó la petición del padre de dos niños en contra de la madre, exigiendo que los menores sean vacunados contra el sarampión y también reciban otras vacunas.
Los padres son solteros, nunca se casaron, y habían decidido tener a sus hijos. Luego de separarse, se celebraron varios procedimientos judiciales entre las partes sobre asuntos de custodia y pensión alimenticia.
La madre se opuso a las vacunas porque temía por los efectos secundarios de las mismas, argumentó en respuesta a la petición del padre, quien también intentó obligar a la madre de entregar los certificados de vacunación desde el nacimiento hasta el presente.
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El tribunal se guía por el bienestar del niño, según recomendaciones del Ministerio deSalud.
(Pixabay)
El demandante solicitó al tribunal una orden judicial, argumentando que la falta de vacunación pone en peligro a los niños y los expone a enfermedades graves: "Existe una recomendación clara y una demanda del ministerio de salud, los fondos de salud y los pediatras". Asimismo, la no vacunación "también pone en peligro a otros niños", y el demandante señaló también que, la madre, nunca presentó ningún documento médico que indique la susceptibilidad de los menores a las vacunas, "sino que actuó de manera irresponsable por la ideología mesiánica 'antiinmune'".
Por otra parte, la madre se opuso al reclamo. Señaló que su objeción se debe a la preocupación por sus hijos, ya que "teme que las vacunas les causen efectos secundarios graves". Indicó que los menores tienen problemas médicos, y que la vacuna solo puede "empeorar su condición", y "causar efectos graves como convulsiones, fiebre, diarrea, vómitos, erupción alérgica y problemas respiratorios".
La jueza remarcó que "el principio que guía al tribunal con respecto a los asuntos de menores, es el interés superior del niño".
"El acusado no presentó ningún documento del pediatra de los menores, que indicara los problemas y supuestos reclamos, todo lo que presentó es una carta de un doctor, que nunca examinó a los niños", indicó la autoridad, señalando que no lo consideraba apropiado como un documento médico en el que se pueda confiar.
Finalmente, la jueza dictaminó que la madre tenía 14 días para programar las vacunas para sus hijos, según las recomendaciones del Ministerio de Salud. Se estableció además que, en caso de que eso no suceda, el padre podría tomar a los menores él mismo para realizar la solicitud.
