Un robot que opera: suena a ciencia ficción. Pero este futuro ya está aquí, y en los últimos años, los robots y los sistemas de inteligencia artificial han llegado también al mundo de la medicina. Aunque no reemplazan completamente al cirujano, es verdad que revolucionan el quirófano, y ayudan a mejorar los procedimientos quirúrgicos y su precisión.
La operación para sustituir la articulación de la rodilla es una de las más comunes. En Israel se llevan a cabo 6.000 operaciones de este tipo cada año. En esa cirugía, se eliminan las partes desgastadas del cartílago, y se envuelven los huesos que hay entre el muslo y la rodilla, y se sustituyen con un implante.
“La causa más común por la que se lleva a cabo esa sustitución en la rodilla, tiene que ver con los cambios degenerativos. Por lo general, se trata de un problema que surge alrededor de la sexta década de vida”, explica el doctor Iaron Berkovich, cirujano de Ortopedia y Traumatología del Hospital Asuta de Israel, y director del Departamento de Traumatología del Hospital Hilel Iafe. “Cuando se ve afectada la calidad de vida, y los tratamientos tradicionales como medicación y fisioterapia no ayudan, hay que pensar en sustituir la articulación de la rodilla por medio de una operación”.
Berkovich hizo historia el pasado mes de agosto, cuando llevó a cabo la primera operación en Israel con un robot para sustituir la articulación de la rodilla. En la cirugía se utilizó un sistema innovador y avanzado llamado NAVIO.
“En una operación estándar para sustituir la articulación de la rodilla es necesario que cortar el cartílago enfermo. Se trata de un corte de unos 8 o 9 milímetros, y hay que hacer el corte desde cierto ángulo para que el implante se ajuste a la estructura corporal del paciente. En el sistema tradicional, hay sintonizadores que nos ayudan a hacer los cortes en el lugar apropiado. En el método robótico, es éste el que calcula el ángulo desde el que se hace el corte. Y lo hace con una gran precisión, lo que tiene consecuencias en el resultado”, explica Berkovich.
¿Cómo se lleva a cabo la operación?
La operación se divide en tres partes. En la primera se hace un registro de la rodilla con un escaneo, y se obtiene una imagen en tres dimensiones de toda la extremidad inferior, en la que se señalan todos los puntos importantes. La segunda parte es la de planificación. El sistema simula la pieza a implantar, y muestra cómo se va a comportar la rodilla. De hecho, nos muestra el resultado previsto tras la operación.
“La tercera parte es la operación misma. Una vez que el sistema sabe cómo tiene que estar colocado el implante en la rodilla, calcula exactamente qué cantidad de hueso hay que eliminar para que el implante encaje. Durante la operación, yo sostengo una herramienta llamada ‘fresa’, y ésta hace el trabajo dentro de los límites permitidos. Aquí entra la cuestión de la exactitud: el sistema no hace demasiado ni demasiado poco. No hay ningún corte de hueso que no esté completamente controlado. Es importante recordar que el robot es un instrumento que ayuda al cirujano. El robot muestra una imagen de la rodilla en tres dimensiones, pero no lleva a cabo la operación”.
La enorme precisión que consigue el sistema robótico puede, según Berkovich, mejorar el problema del tiempo que lleva recuperarse de la cirugía. Se trata de un parámetro importante, y prioritario para muchos pacientes. A veces, el largo tiempo que lleva la recuperación hace que muchas personas se nieguen a operarse de la rodilla, y en consecuencia su estado se puede agravar.
“Creemos que si se corta menos tejido blando, la recuperación pos operatoria será más rápida y más fácil. Es importante recordar que los resultados de una operación se miden a corto plazo y a largo plazo. El corto plazo es la recuperación de la cirugía. Es decir, en cuánto tiempo el paciente puede ponerse de pie y caminar. En el largo plazo, el éxito se mide por la duración de la pieza implantada. El promedio de duración de los implantes es de quince años en un 90 por ciento de los casos”, señala Berkovich.
¿Qué otras ventajas tiene el método robótico?
Con el método robótico tenemos tres objetivos: una recuperación más rápida y más fácil, porque se trata de una cirugía muy difícil para el paciente, la satisfacción con la cirugía y el tiempo que dura el implante. El 80% de los pacientes, generalmente quedan satisfechos en los tres parámetros. Un 2% o 3%, tendrá complicaciones como trombosis o infecciones, mientras que un 15% de los pacientes no quedan satisfechos con la operación, aunque no está claro por qué. El objetivo del método robótico es reducir ese 15%. Pensamos que si mejoran la precisión y la adaptación del implante, los resultados serán mejores en todos los planos.
“Es posible que ese 15% que no queda satisfecho con la cirugía de reemplazo de la articulación de la rodilla son los pacientes en los que el hueso se cortó desde un ángulo incorrecto. Tal vez esos pocos milímetros de diferencia causen dolor e incomodidad, o impiden que la rodilla funcione bien tras la operación. El objetivo del robot es de hecho que los cirujanos reduzcan las mencionadas las diferencias. El sistema robótico se asegura de que todos los cortes sean correctos. En la operación, cada milímetro es importante”.
Berkovich también señala que el método robótico aún está en los comienzos, por lo que todavía no hay datos que refieran sus efectos a largo plazo. “Hasta ahora, mi experiencia ha sido buena. Tengo la sensación de que el método robótico acorta el tiempo de rehabilitación. Al día siguiente de la operación, los pacientes ya se ponen de pie, y el tiempo promedio para la recuperación, o sea para volver a la rutina y a la actividad normal, es de entre seis semanas y tres meses”.
En opinión de Berkovich, el método robótico es el futuro, y reemplazará los métodos tradicionales de cirugía para sustituir la articulación de la rodilla, en la que el cirujano utiliza sintonizadores. “A lo que aspiramos es a que el sistema sea más barato y más pequeño que ahora, y que su desempeño y rendimiento sean mucho mejores aun”.
*En colaboración con el Hospital Asua.