Compañías de cannabis medicinal se unen a las biotecnológicas y biomédicas en la carrera para desarrollar una cura para el coronavirus (Covid-19). La compañia israeli InnoCan Pharma Ltd., una empresa en sus primeras etapas que desarrolla medicamentos de venta libre basados en cannabis para combatir la psoriasis y los dolores musculares y articulares, financiará una investigación en la Universidad de Tel Aviv para desarrollar una droga basada en CBD que ha sido demostrada como efectiva contra la inflamación en las células pulmonares infectadas con el coronavirus, según anunció la compañía el domingo pasado.
InnoCan donará 450.000 dólares a la investigación siendo conducida en la Universidad de Tel Aviv. La investigación se especializa en exosomas (partículas derivadas del cultivo de células madre), e investiga si la carga de partículas cannabinoides (CBD) puede ayudar a recuperar células pulmonares infectadas con Covid-19.
Como parte del acuerdo, InnoCan recibirá los derechos exclusivos para el desarrollo de un producto basado en los descubrimientos de la investigación, y Ramot, su empresa de transferencia de tecnología, recibirá regalías de las ventas, aunque la cantidad se determinará más tarde durante las negociaciones entre los partidos.
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La planta de cannabis puede aportar lo suyo en la lucha contra el coronavirus.
(Shutterstock)
Co-fundada en 2017 por Ron Mayron, anteriormente el CEO de Teva Israel, InnoCan recaudo 4.4 millones de dólares hasta la fecha, tres millones de los cuales provinieron de Solsken limited, que invierte en compañías de cannabis. 850.000 dólares fueron invertidos por 522 personas durante una campaña de crowdfunding que InnoCan llevó a cabo en agosto de 2018 en Pipelbiz.
Sin embargo, InnoCan está lejos de ser la única compañía israeli intentando reclutar al cannabis en la lucha contra el Covid-19. Cannasoul Analytics Ltd. también se unió a la carrera. Junto con el profesor Dudi Meiri, de la universidad de investigación israeli, el Instituto de Tecnología Technion Israel, Cannasoul trabajará para desarrollar dos drogas complementarias para el coronavirus: la primera para reducir las sobre reacciones del sistema inmune del paciente, y la segunda para ralentizar el curso de la enfermedad reduciendo la expresión de los receptores (una proteína que permite al virus recibir y soltar sustancias por fuera de la célula).
La investigación se basará en varias cepas de cannabis enviadas por los cultivadores de cannabis Canndoc Ltd., Better Medical Grade Cannabis y Search Medical Cannabis Group. “El cannabis se ha transformado oficialmente en una droga complementaria alrededor del mundo y ha recibido reconocimiento inicial por parte de la OMS. Si el cannabis logra transformarse en un tratamiento complementario para el Covid-19, será un gran logro para la industria”, dijo Kobi Molchho, CEO de Better Medical Grade Cannabis en una entrevista reciente.
“Nuestro laboratorio fue aprobado para operar como un laboratorio de coronavirus, y al serlo estamos promoviendo dos estudios basados en estudios existentes de cannabis. Intentaremos identificar las moléculas de la planta capaces de suprimir la sobrerreacción del sistema inmune de los pacientes al coronavirus, que causa inflamación. Las moléculas de la planta de cannabis tienen la habilidad de reducir la respuesta del sistema inmune sin suprimirlo, proporcionando un mejor tratamiento complementario al esteroide, que suprime completamente el sistema inmunológico”, comentó Meiri en un reportaje.
El mes pasado, el productor de cannabis israeli Cannbit Pharmaceuticals Ltd. reportó que había firmado una colaboración con el instituto Migal (el instituto de investigación israeli que logró un descubrimiento para vacunar el coronavirus en animales), como parte de esta colaboración, el potencial del aceite de la compañía, que es rico en CBD, será probado como tratamiento para los síntomas de coronavirus.
El camino a encontrar una cura, o una droga basada en cannabis para el coronavirus, se mantiene distante, pero investigación previa sobre el efecto del cannabis en las células humanas puede acelerar la llegada de un tratamiento complementario.
