El Centro Médico Sheba convocó este lunes a los primeros israelíes que recibieron una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, luego de que el Ministerio de Salud autorizó esta aplicación para pacientes inmunosuprimidos.
Sharon Fidel, de 50 años y trasplantada de corazón, fue una de las primeras israelíes en recibir la primera inyección de la vacuna y ahora fue también de las primeras en recibir la tercera dosis. “Corro riesgo de insuficiencia cardíaca y por el trasplante en sí mismo”, explicó desde el hospital.
Este lunes el ministerio recomendó la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 para pacientes inmunosuprimidos y estableció una máxima prioridad para personas que se sometieron a trasplantes de corazón y pulmón. En un segundo orden, también se aconseja esta tercera aplicación para receptores de trasplantes de hígado y médula ósea, así como pacientes con linfoma de Hodgkin, enfermedades reumatológicas, mieloma múltiple, leucemia y a quienes reciben tratamiento de quimioterapia.
Galia Rahav, directora de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del hospital Sheba, está a cargo de la campaña de la tercera dosis de vacunación destinada a pacientes inmunosuprimidos. “En vista de la disminución del nivel de anticuerpos y la propagación de la variante Delta, es nuestro deber mantener y proteger la salud de los vacunados”, afirmó sobre una aplicación aprobada después de tres meses de gestiones con las autoridades sanitarias del país. “El centro Sheba lideró la campaña nacional de vacunas en Israel, y ahora es pionera en el mundo administrando una tercera dosis”, resaltó.
El desarrollo de anticuerpos y el mayor nivel de protección que pueda aportar una tercera dosis de la vacuna todavía está en etapa de estudio, pero su aplicación fue aprobada en función de la deficiencia o ausencia de anticuerpos que las dos dosis originales provocaron en numerosos pacientes.
Así le ocurrió, por ejemplo, a Shmuel Brumberg, de 68 años, que en noviembre se sometió a un trasplante de corazón y reveló que prácticamente no generó anticuerpos contra el COVID-19. “Confío en el personal médico. Me hice preguntas sobre el desarrollo de anticuerpos y los posibles efectos secundarios, pero el riesgo es menor que el problema de no tener anticuerpos”, explicó sobre su decisión de vacunarse por tercera vez. “Espero que desarrolle anticuerpos suficientes, necesito estar más protegido, pertenezco a un grupo de sumo riesgo”, agregó.
Sharon Fidel, de Givatayim, también se sometió a un trasplante de corazón y contó que su sistema inmunológico le impidió desarrollar anticuerpos. La mujer asistió a vacunarse debido a su condición, y a pesar de que está en contra de las vacunas en líneas generales. “Estoy en contra de las vacunas y la pasé muy mal con las primeras dosis, pero estaba entrando en un estado de desesperación. En mi situación, si esto me tranquiliza, estoy dispuesta a hacerlo”, dijo.
“No me sentí presionada para vacunarme, fue mi elección, mi nivel de riesgo es muy alto así que no lo dudé. Espero que funcione porque hasta ahora me sometí a muchas pruebas serológicas y no estoy produciendo anticuerpos”, agregó Sharon.