A medida que continúa surgiendo nueva información sobre la variante de Ómicron, los expertos en salud pública de Israel están pidiendo al gobierno que mejore sus mensajes sobre la pandemia de COVID-19.
El profesor Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben-Gurion y miembro de la junta asesora nacional de Israel para la pandemia, dijo que debería ponerse mayor énfasis en los objetivos a largo plazo y no sólo en impulsar las vacunas.
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Nadav Davidovitch, director de la Escuela Nacional de Salud Pública y asesor del gobierno para la pandemia.
( Avi Hai)
"El gobierno debería hacer un trabajo mucho mejor al explicar su estrategia", señaló Davidovitch. "La estrategia es aprender a vivir con la pandemia, pero con medidas que sabemos que son útiles y dirigidas a grupos específicos. Quizás lo más importante es que la gente necesita entender que el virus no va a desaparecer", agregó.
Según el especialista, no deberíamos estar "dando una falsa esperanza de que vamos a vencer al COVID-19. No vamos a ganar; vamos a aprender a vivir con eso".
"Toda la discusión sobre las olas es contraproducente porque estamos en una pandemia y a menos que podamos vacunar en gran proporción en todo el mundo, vamos a ver surgir más y más variantes", explicó.
"No deberíamos estar dando una falsa esperanza de que vamos a vencer al COVID-19. No vamos a ganar; vamos a aprender a vivir con eso".
Un nuevo estudio israelí mostró que las personas que fueron vacunadas con dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech casi no tenían capacidad neutralizante contra la variante de Ómicron.
Los que habían recibido tres inyecciones estaban cuatro veces menos protegidos contra la infección con la nueva variante, pero el refuerzo protegía contra la enfermedad grave, dijo el profesor Gili Regev-Yochay, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sheba, en una conferencia de prensa el sábado por la noche.
Otro estudio realizado en Sudáfrica la semana pasada encontró que dos inyecciones de Pfizer parecían ser 40 veces menos efectivas contra la variante Ómicron que las iteraciones anteriores del virus.
En respuesta a estos hallazgos, altos funcionarios de salud israelíes han dicho que una cuarta dosis de la vacuna podría estar disponible tan pronto como el próximo mes. Alrededor de 1 millón de israelíes que han recibido dos dosis de la vacuna aún no han recibido sus refuerzos.
La baja tasa de inmunización llevó al primer ministro israelí, Naftali Bennett, a advertir el domingo que un confinamiento podría estar en el horizonte de Israel.
"Entiendo que existe lo que se llama 'fatiga COVID'", dijo Bennett. "La gente está cansada de escuchar y hablar de ello. Entiendo mucho este sentimiento. Pero la verdad es que la situación en Israel es significativamente mejor que en casi cualquier parte del mundo, significativamente".
Los expertos en salud pública han advertido contra las estrictas medidas de salud, advirtiendo que pueden terminar siendo contraproducentes.
"Cuando se habla de fomentar la vacunación, tenemos que hacerlo más con incentivos positivos porque si se presiona demasiado... entonces finalmente puedes obtener resistencia", argumentó Davidovitch, y agregó que creía que todos tendrían que recibir una vacuna de refuerzo anualmente una vez que el virus finalmente alcance la etapa de endemicidad.
El profesor Hagai Levine, presidente de la Asociación Israelí de Médicos de Salud Pública y epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Hadassah Braun de la Universidad Hebrea, dijo que la clave para combatir la fatiga pandémica es la comunicación.
"Es comprensible que el público esté un poco harto", señaló Levine. "La información debe transmitirse de manera organizada y creíble, y no gota a gota de todo tipo de filtraciones y diferentes fuentes".
"Es comprensible que el público esté un poco harto"
Aún no se sabe si se requerirán cuartas dosis para toda la población en los próximos meses. La decisión debe tomarse en base a datos científicos, opinó Levine. "Si necesitamos vacunarnos, entonces eso es lo que tenemos que hacer", relató. "El problema es que tenemos que trabajar con el público de una manera profesional y transparente, y no confundirlos. Por el momento no lo estamos haciendo lo suficientemente bien".
Vacunarse, mantener la distancia social, evitar las zonas concurridas y centrarse en una higiene adecuada siguen siendo cruciales en la batalla contra la propagación de la nueva variante. Las regulaciones en constante cambio, junto con la aplicación deficiente, han resultado en una medida preocupante de apatía pública en Israel, sostuvo Levine.
"Tenemos que permitir que el público tome sus propias decisiones basadas en los niveles de riesgo", afirmó. "Todavía no hemos encontrado el equilibrio correcto cuando se trata de esto".
