Ante la sucesión de casos de mujeres embarazadas infectadas por coronavirus y en condición grave que fueron internadas en hospitales de Israel en los últimos días, el Consejo Nacional de Obstetricia y Ginecología hizo pública una declaración esta mañana (martes) instando a las mujeres embarazadas a vacunarse después de realizar una consulta con un médico, así como también a las mujeres en período de lactancia.
Al menos nueve embarazadas debieron ser hospitalizadas en estado crítico en Israel, cuatro de las cuales ya dieron a luz. La directora de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Sheba, doctora Yael Haviv, sostuvo que “en esta ola vemos cada vez más casos de jóvenes que cursan la enfermedad (COVID-19) con un cuadro grave con potencialidad mortal. Ya no es una enfermedad de adultos con comorbilidades”. El profesor Arnon Viznicher, director del Hospital de Mujeres de Beilinson, expresó: "Estamos ante una ola más violenta y severa que sus predecesoras, que también afecta a la población joven embarazada".
Los estudios de las vacunas contra el coronavirus de Pfizer y Moderna, que contaron con la participación de decenas de miles de hombres y mujeres, no incluyeron oficialmente a mujeres embarazadas. Sin embargo, ambos laboratorios informaron que algunas de las voluntarias quedaron embarazadas durante el transcurso de los estudios y sin embargo no se observaron riesgos para la madre o el feto, y fueron embarazos que las mujeres optaron por continuar y terminaron de manera exitosa.
Desde el inicio del uso de la vacuna, no se registró un aumento en las tasas de abortos espontáneos o malformaciones fetales de ningún tipo y no se evidenció una base para suponer un posible daño a la fertilidad de la mujer. En este momento y tras la administración de millones de vacunas en todo el mundo, no existe una descripción en la literatura científica respecto al deterioro de la fertilidad de mujeres o de hombres, ni de las parejas que intentan concebir.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció al momento de la aprobación de las vacunas que las mujeres que decidan vacunarse podrían hacerlo.
El consejo también se refirió a las mujeres en período de lactancia, que tampoco fueron incluidas en los ensayos de la vacuna. Los expertos no consideran, en base a la experiencia con vacunas anteriores, que la vacuna suministrada a la madre pueda significar un riesgo para el recién nacido.
Los expertos concluyeron que "la única razón por la que no existe una recomendación general para la vacunación de mujeres embarazadas es el hecho de que los estudios de seguridad de la vacuna excluyeron en una primera instancia a mujeres embarazadas y, por lo tanto, no se ha demostrado la seguridad completa de la vacuna en relación con el embarazo o el feto en desarrollo".