El presidente del Museo y Memorial del Holocausto Yad Vashem anunció el domingo que renunciará después de estar 27 años al frente de la institución.
Avner Shalev, de 81 años, dijo en una carta a los empleados de Yad Vashem que tomó la decisión de dejar el puesto después de un "autoexamen minucioso". Señaló que renunciaría a finales de año y no dio más detalles sobre las razones que motivaron la decisión.
Shalev dirigió un período de transformación dramática en una de las instituciones de memoria del Holocausto más importantes del mundo. Durante su mandato, el sitio se expandió para incluir un nuevo museo elegante, una pieza central que atrae a cientos de miles de visitantes al año, y el solemne Salón de los Nombres, una colección de 4.8 millones de nombres de víctimas del Holocausto, que es un pilar durante las visitas de dignatarios extranjeros a Israel.
También supervisó la creación de una escuela internacional para estudios del Holocausto y un instituto para la investigación del Holocausto.
Yad Vashem es una institución casi sagrada en Israel, donde los estudiantes, los soldados y compañías hacen visitas regularmente y donde el país realiza su ceremonia anual del Día del Recuerdo del Holocausto.
Aun así, durante el mandato de Shalev, ha generado una serie de controversias.
En 2015, Yad Vashem cuestionó la precisión de una afirmación del primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien sugirió que un líder palestino de la Segunda Guerra Mundial persuadió a los nazis para que adoptaran su Solución Final para exterminar a 6 millones de judíos.
3 צפייה בגלריה
El Príncipe Carlos del Reino Unido hablando durante el Foro Mundial del Holocausto 2020.
(Mizmor Productions Ltd.)
Se criticó un compromiso israelí-polaco sobre una ley de discurso de odio del Holocausto polaco, diciendo que una declaración conjunta de los primeros ministros de los países contenía "graves errores y engaños" sobre el papel de Polonia en el Holocausto.
También salió en contra de un plan del gobierno en 2018 para deportar a decenas de miles de migrantes africanos, diciendo que veía el problema como un "desafío nacional e internacional que requiere empatía, compasión y misericordia".
"La experiencia del pueblo judío durante generaciones aumenta esta obligación", comentó Shalev en aquella oportunidad.
Según su carta, no se ha designado aún un sucesor para el cargo.
