Las festividades se acercan, por lo que la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos está haciendo todo lo posible para garantizar que no ocurra nuevamente un hecho similar al de 2018, cuando una enorme roca se desprendió del muro antes del inicio del ayuno de Tu BeAv, y milagrosamente no causó heridas a los fieles que se encontraban en el lugar. En los días del último cierre nacional destinado a reducir la propagación del coronavirus, el Muro Occidental inició una serie de operaciones de conservación realizadas por inyección, con jeringas muy similares a las que usa el personal médico.
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Israel cuida la "salud" del Muro de los Lamentos.
(Yaniv Berman/Autoridad de Antigüedades de Israel)
Una vez cada seis meses, antes de Pésaj y las festividades de Tishrei, se llevan a cabo inspecciones exhaustivas en las piedras del Muro de los Lamentos, de 2.000 años de antigüedad. Los ingenieros de la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos y especialistas de la Autoridad de Antigüedades de Israel se aseguran de realizar el trabajo en el sitio de acuerdo con las instrucciones halájicas (de la halajá, la ley judía) del rabino del Muro Occidental, Shmuel Rabinovitch. La Fundación afirmó que hace unos 18 años formuló un conjunto de pautas halájicas sobre el asunto con líder religiosos, encabezados por el prominente rabino Yosef Shalom Elyashiv, quien falleció en 2012.
La Autoridad de Antigüedades de Israel señaló que entre los factores importantes en la erosión de las piedras del Monte del Templo está el ecosistema, que es una parte integral del paisaje del Muro de los Lamentos. "Este es un espacio ecológico que tiene una vida única", expresó Yossi Vaknin, responsable de preservar el área del Muro de los Lamentos en la Autoridad de Antigüedades de Israel.
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Las autoridades de Israel trabajan para que el Muro de los Lamentos resista por "otros dos mil años".
(Yaniv Berman/Autoridad de Antigüedades de Israel)
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"Es la vacuna definitiva contra los estragos del tiempo".
(Yaniv Berman/Autoridad de Antigüedades de Israel)
“En las piedras del Muro de los Lamentos hay mucha vegetación que echa raíces en las piedras”, explicó. “Además, muchas aves anidan en el Muro Occidental, como el vencejo común, que viene cada año, cuervos y palomas. Como parte del trabajo de conservación, reconocemos la importancia de la flora y fauna única del lugar, por lo que mantenemos este ecosistema, y a su vez aseguramos la estabilidad de las piedras, de modo que el muro resista por otros dos mil años”, añadió.
"Los estudios que realizamos cada seis meses nos permiten monitorear la condición de cada piedra Cada una de ellas tiene un ‘documento de identidad’ con decenas de características que son analizadas. El último estudio que realizamos mostró que se necesitaba un tratamiento para fortalecer las 'cáscaras' externas de varias piedras”, indicó Vaknin.
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Aves y vegetación en el Muro de los Lamentos.
(Yaniv Berman/Autoridad de Antigüedades de Israel)
No se perfora el interior de las piedras
Para fortalecer las piedras, los especialistas no realizan ningún tipo de perforación. "El trabajo que hacemos no es destructivo: no se perfora el interior de la piedra y se realiza inyectando suavemente materiales que imitan la composición de la piedra en las cavidades y grietas", señaló Vaknin. "El material se inyecta en la grieta en estado líquido, y cuando se seca, la grieta se fusiona. Esta es la solución más perfecta que puede haber; es la ‘vacuna’ definitiva para las piedras más importantes del mundo contra los estragos del tiempo”, agregó.
Mordechai Eliav, director ejecutivo de la Fundación del Patrimonio del Muro de los Lamentos, manifestó que "cada año, más de 12 millones de personas vienen a la Plaza del Muro de los Lamentos. Aunque este año, debido a la pandemia, muchas personas se han conectado con el muro a la distancia, ya nos estamos preparando para el regreso de los fieles. La fundación está haciendo todo lo que está en su poder para preservar las piedras antiguas y su estabilidad para la seguridad de los fieles y visitantes".
