El desfile de carnaval de Aalst incluyó representaciones estereotipadas de judíos por segundo año consecutivo, y el gobierno belga aseguró que el antisemitismo en el festival de tres días avergonzó a la nación y puso en peligro a la sociedad.
El carnaval fue excluido de la lista de patrimonios de la UNESCO el año pasado, luego de que una carroza plagada de símbolos antisemitas generara una condena mundial. Sin embargo, a pesar de todas las advertencias, algunos atacaron nuevamente a los judíos.
"Aunque el carnaval de Aalst es mucho más que eso, estos hechos restan valor a nuestros valores y a la reputación de nuestro país", manifestó la primera ministra Sophie Wilmes en un comunicado.
A principios de esta semana, Israel le pidió a Bélgica que suspendiera el desfile anual de Aalst. Sin embargo, un grupo caminó alrededor del desfile disfrazado de insectos con sombreros de piel usados por algunos hombres judíos ultraortodoxos.
Wilmes sugirió que las autoridades podrían tomar medidas.
"Bélgica es un estado de derecho. Corresponde al Departamento de Justicia y a las autoridades interesadas ver si los eventos durante el Carnaval son contrarios a la ley", explicó.
Además agregó que los estereotipos "conducen a la división y ponen en peligro a la sociedad. Específicamente cuando se trata de acciones repetidas y conscientes".
El alcalde de Aalst, Christoph D'Haese, quien ha sido criticado por tomar medidas insuficientes después de la edición del año pasado, sostuvo: "No vi un desfile antisemita o racista. Por el contrario, vi una gran masa de libertad de expresión y creatividad". Además, se tomó el tiempo para posar con un integrante del desfile disfrazado con una nariz ganchuda estereotípica.
El gran rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, respondió a la opinión de D'Haese y afirmó que "la procesión satírica con tropos antisemitas en Aalst, Bélgica, es extremadamente ofensiva y abusa del poder de la libertad de expresión que es tan esencial en cualquier democracia liberal".
La oficina del Comité Judío Americano de la Unión Europea solicitó de inmediato que se investigara el desfile.
"Las autoridades belgas no hicieron nada para evitar los disfraces antisemitas, que violan claramente los valores fundacionales de la UE, basados en las lecciones del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial", manifestó Daniel Schwammenthal, director del Instituto Transatlántico con sede en Bruselas de la AJC.
Los grupos que desfilan afirman que su festival de tres días tiene el derecho de burlarse de todo, incluso de aquellos que les hacen mal a los demás.
El Carnaval en la ciudad industrial de Aalst tiene sus raíces en la Edad Media y a menudo presenta carrozas satíricas que atacan a los políticos locales y a los poderosos.