La hagadá impresa más antigua que existe, que data del año 1480 en Guadalajara, España.
La hagadá impresa más antigua que existe.
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La hagadá de Leipnik Darmstadt, un manuscrito de Alemania realizado en 1733.

Las impresionantes hagadot más antiguas y raras del mundo

La Biblioteca Nacional de Israel alberga los históricos textos de Pésaj. Pergaminos escritos a mano del siglo XII, la hagadá impresa más antigua del mundo, entre otros, son algunos de los valiosos documentos que gestiona la institución.

The Media Line - Adaptado por Leandro Fleischer |
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La hagadá, un texto que narra la historia de la liberación de los antiguos israelitas de la esclavitud en Egipto, como se cuenta en el Libro del Éxodo, se lee en cada Séder de Pésaj.
Para aquellos que deseen explorar su rica historia y significado cultural, no hay mejor lugar para hacerlo que la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalem, que alberga la colección más grande de hagadot (plural de hagadá en hebreo) en el mundo.
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La hagadá de Leipnik Darmstadt, un manuscrito de Alemania realizado en 1733.
La hagadá de Leipnik Darmstadt, un manuscrito de Alemania realizado en 1733.
La hagadá de Leipnik Darmstadt, un manuscrito de Alemania realizado en 1733.
(The Media Line)
Entre sus textos de Pésaj más preciados se encuentran los restos de una de las hagadot más antiguas que se conservan. "Esta es en realidad la hagadá más antigua de la colección", dijo el doctor Yoel Finkelman, curador de la Colección Judaica de Haim y Hanna Salomon en la Biblioteca Nacional.
“No es una hagadá completa; vino de la famosa Geniza de El Cairo y data aproximadamente del siglo XII”, explicó Finkelman. "Es perfectamente legible", añadió.
La Geniza de El Cairo, ubicada en la sinagoga Ben Ezra, en la capital de Egipto, es un depósito de aproximadamente 200.000 manuscritos judíos​​ que datan de 870 a 1880.
Escritos a mano en pergamino, los valiosos textos fueron descubiertos entre las 400.000 páginas y fragmentos que componen la Geniza de El Cairo.
Según Finkelman, hay aproximadamente 8.000 hagadot tradicionales en la colección de la Biblioteca Nacional, además de varios miles de ediciones no tradicionales. Están en todos los idiomas, tamaños y estilos artísticos.
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Dr. Yoel Finkelman, curador de la Colección Judaica Haim y Hanna Salomon de la Biblioteca Nacional.
Dr. Yoel Finkelman, curador de la Colección Judaica Haim y Hanna Salomon de la Biblioteca Nacional.
Dr. Yoel Finkelman, curador de la Colección Judaica Haim y Hanna Salomon de la Biblioteca Nacional.
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Día tras día, Finkelman gestiona algunos de los mayores tesoros culturales del judaísmo, incluida una amplia gama de fascinantes hagadot.
“La liturgia de Pésaj es la obra más comúnmente impresa y publicada en la tradición judía, más que un libro de oraciones, más que una Biblia”, enfatizó.
Pésaj es una de las festividades más importantes del calendario judío y este año comenzó el 27 de marzo y finalizará el 3 de abril. Durante la festividad, los judíos practicantes eliminan todos los panes con levadura de sus despensas y celebran una comida ceremonial conocida como Séder. Es durante esta cena que se lee la hagadá.
Algunas de las hagadot históricas parecen ser bastante simples a primera vista.
Este es sin duda el caso de una de las hagadot más valiosas de la colección de la Biblioteca Nacional, un libro extremadamente excepcional impreso en 1480 en Guadalajara, España, solo 12 años antes de la expulsión de los judíos del país.
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La hagadá impresa más antigua que existe, que data del año 1480 en Guadalajara, España.
La hagadá impresa más antigua que existe, que data del año 1480 en Guadalajara, España.
La hagadá impresa más antigua que existe, que data del año 1480 en Guadalajara, España.
(The Media Line)
La hagadá de 1480 no solo es el texto de Pésaj impreso más antiguo del mundo, sino también una copia única que se creó solo unas décadas después de la invención de la imprenta.
“Este es el comienzo de la transición de la hagadá como un artículo de lujo que una familia apenas podía permitirse, si es que lo podía pagar… a algo que podía producirse masivamente y de manera más económica”, explicó Finkelman. “Es un diseño muy simple. Es el comienzo de la tecnología [de impresión]", agregó.
En el otro extremo del espectro estético se encuentra la hagadá de Leipnik Darmstadt, un manuscrito de Alemania que fue escrito en 1733. A diferencia de las hagadot impresas, estos libros solían poseerlos los ricos.
El ornamentado manuscrito es obra de Joseph ben David de Leipnik, un influyente escriba-artista del siglo XVIII que produjo una variedad de hagadot para hogares judíos.
Junto a las letras hebreas escritas a mano bellamente decoradas, hay ilustraciones coloridas que representan escenas bíblicas que Leipnik copió de ediciones impresas que estaban de moda en Amsterdam en ese momento.
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Uno de los textos de Pésaj escritos a mano más antiguos que se conservan, que data del siglo XII y que fue encontrado en la Geniza de El Cairo.
Uno de los textos de Pésaj escritos a mano más antiguos que se conservan, que data del siglo XII y que fue encontrado en la Geniza de El Cairo.
Uno de los textos de Pésaj escritos a mano más antiguos que se conservan, que data del siglo XII y que fue encontrado en la Geniza de El Cairo.
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“Una hagadá de este tipo es un artículo de lujo que, por supuesto, solo los miembros más ricos de la comunidad podían permitirse”, dijo Finkelman. "Esto es mucho más elegante, en color, en pergamino y realmente destinado a las clases más altas de la sociedad", añadió.
Actualmente, la Biblioteca Nacional se encuentra en proceso de digitalización de artículos raros como estos, en un intento por hacerlos más accesibles al público. De hecho, todas sus hagadot más valiosas están disponibles para su visualización en línea en alta resolución.
“La Biblioteca Nacional de Israel tiene una política y una aspiración de abrir el acceso tanto como sea posible porque creemos que esto pertenece a todos”, declaró a The Media Line la doctora Raquel Ukeles, jefa de colecciones de la biblioteca. “Estos son grandes tesoros humanos”, agregó.
.Sin embargo, señaló: "No importa cuánta digitalización hagamos, todavía no hay sustituto para encontrarnos ‘cara a cara’ con un tesoro tan excepcional".
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