"Bendije al creador de Tinder"
El ex marido de la mujer que abrió la cuenta en Tinder deberá pagar la compensación, según el fallo.
Ynet
Para la ley judía, el solo hecho de abrir una cuenta de Tinder no constituye infidelidad.

Para la corte judía de divorcios, abrir una cuenta de Tinder no constituye un acto de infidelidad

Un proceso de divorcio se volvió complicado después de que un hombre afirma que su esposa lo engañó usando la popular aplicación de citas sociales

Lital Dobrovitsky - Adaptado por Mark Mysler |
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Un fallo reciente de la corte rabínica, el sistema judicial judío que se ocupa de casos de matrimonio y divorcio, encontró que la existencia de una cuenta de Tinder es causa insuficiente para evitar que una mujer divorciada reciba una compensación que le corresponde en virtud de su acuerdo de matrimonio.
En el caso presentado ante los rabinos, una esposa solicitó el divorcio hace dos años y exigió recibir su compensación, que tradicionalmente se resuelve antes de la boda y se compromete con un documento presentado en ese acto, conocido como Ketubah. Afirmó que se fue de casa después de descubrir que su esposo estaba teniendo una relación con otra mujer. Ella dijo que, si bien su esposo negó el asunto, él continuó engañándola y exigió la compensación total que estipuló su acuerdo de matrimonio: 180,000 shekels (aproximadamente 50,000 dólares).
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Para la ley judía, el solo hecho de abrir una cuenta de Tinder no constituye infidelidad.
Para la ley judía, el solo hecho de abrir una cuenta de Tinder no constituye infidelidad.
Para la ley judía, el solo hecho de abrir una cuenta de Tinder no constituye infidelidad.
(Shutterstock)
Su esposo había negado el asunto en la corte, reconociendo que conocía a la mujer pero que sólo eran amigos. Además, acusó a la esposa de infidelidad, presentando como evidencia el testimonio de un amigo que dijo que vio a la mujer en la popular aplicación de citas Tinder.
Cuando el abogado del esposo le preguntó, el amigo dijo que se había deslizado hacia la izquierda, rechazando la coincidencia algorítmica, por lo que nunca volvió a encontrar el perfil.
En respuesta al argumento de su ex esposo, la mujer negó haber abierto una cuenta en la aplicación de redes sociales que le permite seleccionar posibles parejas dependiendo de las preferencias, y sugirió que tal vez su ex esposo había sido el que abrió la cuenta a su nombre.
Después de escuchar los argumentos de ambas partes, el tribunal de eruditos judíos dictaminó que, dado que una mujer tiene derecho a su compensación a menos que se haya demostrado que estaba equivocada, y que el hombre era un "Pastor de prostitutas" de acuerdo con la ley judía y estaba en una relación con otra mujer, la esposa debía recibir sus 180,000 shekels. Los rabinos señalaron además que, incluso si hubiera habido pruebas de que la mujer había abierto una cuenta en Tinder, en ausencia de cualquier actividad social en la aplicación, no era en sí misma evidencia suficiente de una relación extramarital.
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