Un nuevo documental, que narra la deportación forzada de 2.000 niños judíos de Portugal en el siglo XV, se estrenó esta semana ante una audiencia emotiva en Oporto, trazando paralelismos entre la tragedia histórica y el antisemitismo moderno.
Titulada 2.000 niños judíos secuestrados, la película se proyectó para unas 200 personas en el histórico cine Trindade. Producido por la comunidad judía de Oporto y la Fundación Judía Sefardí, con sede en Madrid, el documental relata el secuestro y exilio en 1493 de niños judíos, menores de 8 años, cuyos padres no pudieron pagar el rescate exigido por el rey João II.
(El documental estrenado en Portugal)
Los niños fueron enviados a la isla de Santo Tomé, entonces un remoto y deshabitado puesto volcánico en el Océano Atlántico. Conocida por los judíos como la "Isla de los Cocodrilos", Santo Tomé expuso a los niños a gases tóxicos, animales salvajes y a un aislamiento total de sus familias.
"Esta fue una sentencia de muerte silenciosa", dijo Gabriel Senderowicz, presidente de la comunidad judía de Oporto. "Cuando los líderes europeos de hoy premian a los terroristas y promueven una retórica de odio contra judíos e israelíes, debemos recordar lo que el pueblo judío soportó en Europa durante generaciones", expresó.
La película, ahora disponible en YouTube, presenta relatos históricos de cronistas portugueses y pensadores judíos, incluidos Isaac Abarbanel, Samuel Usque y Salomón Ibn. Según los cineastas, la historia sigue ausente de los planes de estudio escolares de toda Europa.
Luís Ismael, quien dirigió la película, dijo que la producción implicó la construcción de réplicas de barcos del siglo XV, el casting de cientos de niños y la filmación en Santo Tomé. Se contrató a niños blancos locales para retratar a los menores judíos deportados.
"Esta fue la producción más difícil de mi carrera", dijo Ismael durante un panel posterior a la proyección. "Como padre, imaginar la agonía de esos padres, preguntándose si sus hijos vivieron, murieron, sufrieron o sobrevivieron, era insoportable. Esto se convirtió en una herida personal en nuestra historia colectiva", señaló.
La película establece una conexión entre las deportaciones históricas y el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, durante el cual hubo niños entre los secuestrados.
"El dolor de perder a los hijos es parte de la memoria histórica judía", señaló David Hatchwell Altaras, presidente de la Fundación Judía Sefardí. "Al igual que esos padres fueron destrozados hace siglos, las familias de rehenes de hoy siguen viviendo una pesadilla interminable". añadió.
El embajador adjunto de Israel en Portugal, Yotam Kreiman, también participó en el debate posterior a la proyección, advirtiendo que el discurso de odio antisemita y las protestas en Europa son ecos modernos de la persecución pasada.
"Una vez los niños judíos fueron arrojados a las bestias", dijo Kreiman. "Hay una línea directa desde 1493 hasta 2023", agregó después.
La joven estrella de la película, Rodrigo Costa, quien interpretó a un personaje central llamado Yaakov, se dirigió a la audiencia de manera espontánea. "La escena más impactante para mí fue estar atrapado en un vagón, gritando por mi madre", dijo. "Pero la parte más difícil es saber que esto realmente sucedió. No es ficción".
Tras el estreno en Oporto, están previstas otras proyecciones en Jerusalem, Madrid, Miami, Londres, Bruselas, Lisboa y Buenos Aires. Se espera que el embajador israelí asista al evento de Lisboa.
Los organizadores dicen que la película tiene como objetivo confrontar al público europeo, y especialmente a los líderes políticos, con el legado histórico de la violencia contra los judíos.
"Cuando un periódico portugués culpa al 'capital israelí' por los precios de la vivienda o los manifestantes acusan a los 'sionistas' de problemas económicos", dijo Senderowicz, "es hora de recordar el destino de esos niños. La historia se repite cuando se olvida".