El menú típico de Xerta, el nuevo restaurante de Barcelona que obtuvo una codiciada estrella de la Guía Michelin, parece un banquete de alta cocina: platos no kosher como langosta, calamares y ostras aparecen en su carta.
Sin embargo, este restaurante se convirtió en un punto de encuentro para el reducido número de judíos kosher de Barcelona (España). Esto se debe a que, con un poco de antelación, Xerta prepara la comida según las leyes dietéticas judías en una cocina separada, bajo la supervisión de un rabino local de Chabad-Lubavitch.
"En España, el patrimonio judío se comercializó durante mucho tiempo como un producto turístico carente de rigor histórico y académico"
Moisés Hassan-Amselem, profesor y guía turístico
El restaurante buscó la certificación, que lo convierte en el único restaurante de este tipo con estrella Michelin del mundo, en gran medida para atraer al creciente número de visitantes judíos de Barcelona.
"De momento, no podemos dar cuenta de una relación oferta-demanda [kosher], pero creemos que se debe a las dificultades que trajo la pandemia", comentó Irene Montagut, responsable de prensa de Xerta.
"Tendremos que esperar y evaluar lo que ocurra a partir de ahora, una vez que se reanude el turismo y mejore la libertad de viajar en el país", agregó.
Para la industria del turismo judío en España, el caos de los viajes no podría haber llegado antes, ya que Xerta no es la única que cuenta con visitantes judíos, y no es la única institución que está haciendo cambios para atraerlos.
Lo cierto es que Barcelona está desplegando una alfombra roja para los visitantes judíos e israelíes, lanzando dos campañas - "Shalom Barcelona" y "Barcelona Connects Israel" - para marcar la ciudad como un destino para los judíos interesados en explorar su patrimonio.
Las campañas siguen un impulso para atraer visitantes a Girona, otra ciudad catalana del norte de España que destaca por tener una de las juderías mejor conservadas y más pintorescas de la Península Ibérica.
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El verano europeo atrae a miles de turistas de todo el mundo a las playas de Barcelona, España.
(Google)
"Siempre y cuando se hagan con respeto, todos estos proyectos culturales destinados a involucrar y dar a conocer la vida judía en Barcelona son algo positivo"
Jacob Daniel Benzaquen, director cultural de la Comunidad Israelita de Barcelona
Alexandra Marcó, directora de marketing de Barcelona Turisme, remarcó que su grupo observó un crecimiento del 4% en el turismo de viajeros judíos en 2019, justo antes de que la pandemia paralizara los viajes mundiales. Aunque las cifras eran pequeñas, el impacto de esos turistas era significativo, sumó.
"Se trata de vacacionistas que buscan cultura y gastan mucho", dijo Marcó. "Dada la importancia del patrimonio judío de la ciudad, me pareció una pena no tener un paquete turístico específico para este mercado, que es especialmente aficionado a este patrimonio cultural", planteó.
Para idear sus campañas, el ayuntamiento de Barcelona envió una delegación a Tel Aviv en marzo para asistir a la mayor feria de turismo de Israel. Allí se reunieron con Talma Travel, la mayor agencia de viajes de Israel, y con el grupo Issta Active, que cuenta con más de 60 oficinas en todo el país, para promocionar lo que denominan un nuevo mercado sefardí, una cartera de ofertas turísticas que resaltan la cultura judía española pasada y presente.
Las campañas turísticas surgen en un momento de reflexión sobre la dolorosa historia de la España judía, que, según los líderes de la comunidad, fue contada con demasiada frecuencia sobre los judíos, en lugar de por ellos.
"En España, el patrimonio judío se comercializó durante mucho tiempo como un producto turístico carente de rigor histórico y académico", manifestó Moisés Hassan-Amselem, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y guía turístico judío que criticó por mucho tiempo los esfuerzos de "patrimonio" en España.
"Las comunidades judías ni siquiera fueron contactadas para formar parte de estos proyectos", sumó.
Este enfoque parece estar cambiando, con una mayor participación judía en la configuración de destinos históricos para los turistas y un mayor énfasis en la experiencia judía contemporánea en España.
Los miembros de la comunidad judía de Barcelona, estimada en unas 20.000 personas, son optimistas sobre las perspectivas de los nuevos esfuerzos turísticos de la ciudad para impulsar la vida, la cultura y la comida judía.
"Es fundamental hacer este trabajo porque, en general, la relevancia que tuvo y tiene el judaísmo en la ciudad y Cataluña es muy desconocida, no sólo para la población sino también para la comunidad"
Jacob Daniel Benzaquen, director cultural de la Comunidad Israelita de Barcelona
"Siempre y cuando se hagan con respeto, todos estos proyectos culturales destinados a involucrar y dar a conocer la vida judía en Barcelona son algo positivo", sostuvo Jacob Daniel Benzaquen, director cultural de la Comunidad Israelita de Barcelona.
"Es fundamental hacer este trabajo porque, en general, la relevancia que tuvo y tiene el judaísmo en la ciudad y Cataluña es muy desconocida, no sólo para la población sino también para la comunidad".
La experiencia gastronómica kosher de Xerta es quizá el ejemplo más destacado de la vida judía contemporánea que se presenta por primera vez a las multitudes de turistas que llegan a España este verano.
El restaurante, que obtuvo su certificación durante la pandemia, se une a los tres restaurantes con esta modalidad de Barcelona, junto con un puñado de empresas de catering y centros de Jabad que sirven comidas kosher. Sin embargo, a diferencia de esos restaurantes, que sirven comida tradicional judía e israelí, Xerta ofrece un menú que refleja la cocina local del Ebro.
El restaurante sirvió sus especialidades -que incluyen platos como crema de alcachofas con pescado marinado- en eventos judíos locales durante los últimos dos años. Ahora, sus operadores -y las autoridades municipales- esperan que los turistas lo vean como un destino judío próspero.
"Un elemento que a menudo se comunicó mal en la narrativa turística es la descripción de Barcelona o Girona como ciudades con un rico patrimonio judío, pero sólo como historia pasada", comunicó Sorenssen.
"La comunidad judía de Barcelona lleva más de un siglo acá, y este patrimonio del siglo XX es fascinante y emocionante, y debería compartirse con el público en general", cerró.
