Nylan Reich, superviviente del Holocausto de 89 años.
Nylan Reich, superviviente del Holocausto de 89 años.
Avigail Uzi
Manifestantes en Tel Aviv protestando por la falta de ayuda a los sobrevivientes del Holocausto durante la pandemia de coronavirus.

Sobrevivientes del Holocausto renuncian a alimentos y medicinas para poder pagar las facturas

Según una organización israelí sin ánimo de lucro, una cuarta parte de los supervivientes vive debajo del umbral de pobreza. El 60% no puede sobrevivir con las ayudas del gobierno y otros subsidios y el 22% se ve obligado a renunciar a productos, servicios e incluso medicamentos necesarios.

Hadar Gil-Ad |
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Cuando Israel celebre este lunes el Día de la Memoria del Holocausto, unos 147.199 supervivientes del Holocausto vivirán en el país y, en los últimos años, muchos de ellos se enfrentan a una dura realidad.
Se calcula que uno de cada cuatro sobrevivientes del Holocausto en Israel vive por debajo del umbral de la pobreza, afirma Ety Farhi, director general de la ONG Fundación para el Bienestar de las Víctimas del Holocausto.
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Manifestantes en Tel Aviv protestando por la falta de ayuda a los sobrevivientes del Holocausto durante la pandemia de coronavirus.
Manifestantes en Tel Aviv protestando por la falta de ayuda a los sobrevivientes del Holocausto durante la pandemia de coronavirus.
Manifestantes en Tel Aviv protestando por la falta de ayuda a los sobrevivientes del Holocausto durante la pandemia de coronavirus.
(Moti Kimchi)
"Los ingresos de los supervivientes se componen de un subsidio anual de 6.987 shekels (1.906 dólares) junto con una ayuda a los ingresos y una pensión de vejez para individuos por un total de 4.078 shekels (1.113 dólares), mientras que las parejas reciben 6.445 shekels (1.755 dólares). La mayoría de este grupo son inmigrantes de la antigua Unión Soviética y representan a los más pobres entre los supervivientes del Holocausto en Israel", afirmó.
Según la ONG, que asiste a 90.000 supervivientes, el 60% de ellos afirma que necesita ayuda adicional a la que ya recibe. El 45% dice tener dificultades para cubrir sus gastos domésticos cotidianos, y el 22% se ve obligado a renunciar a productos y servicios necesarios (el 84% por dificultades económicas y el 19% por dificultades para llegar a las tiendas).
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Sobrevivientes del Holocausto a la entrada del campo de concentración de Auschwitz en 2015.
Sobrevivientes del Holocausto a la entrada del campo de concentración de Auschwitz en 2015.
Sobrevivientes del Holocausto a la entrada del campo de concentración de Auschwitz en 2015.
(AFP)
Entre los productos y servicios a los que renuncian se encuentran electrodomésticos, muebles y mantenimiento del hogar, equipos médicos, suministros, pruebas médicas y medicamentos, ropa, calzado y productos de higiene. Además, el 51% afirma que carece de algunos productos básicos, y un tercio dice que los que se producen son muy necesarios.
"Pago facturas porque tengo una pensión, pero no me queda dinero para nada más", comentó Eva, una superviviente del Holocausto. "Si me queda algo, compro productos alimenticios básicos. Pero, ante todo, pago las facturas para no acabar en la calle, sin agua ni electricidad. A veces no queda nada, pero no hago de la comida un problema. Hay medicamentos caros, incluso después de los descuentos para pensionistas. Si está por encima de lo que puedo permitirme, no lo compro", agregó.
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Sobrevivientes de Auschwitz asisten a una ceremonia por el Día del Holocausto dentro del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau en Polonia.
Sobrevivientes de Auschwitz asisten a una ceremonia por el Día del Holocausto dentro del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau en Polonia.
Sobrevivientes de Auschwitz asisten a una ceremonia por el Día del Holocausto dentro del campo de exterminio Auschwitz-Birkenau en Polonia.
(AP)
Los datos muestran que el 72% de los supervivientes del Holocausto salen de sus casas acompañados por otra persona porque no pueden moverse de forma independiente. El 25% afirma que no está en contacto con ningún familiar, y el 10% de ellos está solo o no está en contacto con su familia en absoluto.
El 63% afirma tener dificultades para acceder o utilizar baños y aseos, y más de la mitad describe la situación como significativamente difícil, y el 25% dice necesitar compañía.
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