La masacre por motivos raciales que dejó diez personas muertas y otras tres heridas en Buffalo, Nueva York, conmocionó no sólo a la comunidad afroamericana contra la que iba dirigido el ataque, sino también a la considerable comunidad judía de la ciudad estadounidense.
Según las autoridades, el sospechoso del tiroteo fue identificado como Payton Gendron, de 18 años. El atacante, antes del ataque, había compartido en Internet un manifiesto de 180 páginas en el que exponía sus planes.
"Fue otro ataque esperado por un supremacista blanco, que se sometió a teorías conspirativas llenas de odio en Internet"
Jonathan Greenblatt, director general de la Liga Antidifamación
El trabajo sugiere que Gendron está fuertemente suscrito a la teoría de la conspiración de la supremacía blanca del Gran Reemplazo, que dice que una cábala de élites judías está planeando eliminar la población caucásica de Estados Unidos a través de la inmigración masiva de no blancos.
El rabino Mendy Labkowski, un emisario de Jabad que vive cerca del supermercado Tops donde tuvo lugar la masacre, manifestó: "El tirador ni siquiera vive en Buffalo. Vivía a unas dos o tres horas en coche".
"Buscaba un lugar con un alto número de negros, y ésta es la zona más 'negra' que pudo encontrar", añadió Labkowski, refiriéndose a los informes de que Gendron condujo unos 320 kilómetros antes de llegar al lugar del tiroteo.
"Entre las cosas racistas que escribió [en su manifiesto], también hay muchas cosas contra los judíos. Escribió contra los ultraortodoxos que viven en Lakewood y Thomas River [en Nueva Jersey]", informó.
Labkowski añadió que el ataque lo conmocionó a él y a los que le rodean.
"Gracias a Dios tenemos un barrio muy cariñoso en Buffalo. La mayoría de mis vecinos del bloque son negros. Vivo en el centro de la ciudad. Somos amigables y muy cercanos. Es desgarrador ver que ocurre algo así", sumó.
"Después de las oraciones del sábado, alguien vino a nuestra casa... y nos dijo lo que había pasado a unos cientos de metros", recordó.
"Ahora estamos intentando lanzar una campaña por la paz. Murieron diez personas buenas. Tenemos que promover una realidad mejor, el afecto y la amabilidad", remarcó.
Jonathan Greenblatt, director general de la Liga Antidifamación, expuso: "No nos equivoquemos: este es el mismo odio, lleno de odio antisemitismo, que inspiró a tiradores del pasado, en Pittsburgh, Pavay, El Paso y Charleston".
"Fue otro ataque esperado por un supremacista blanco, que se sometió a teorías conspirativas llenas de odio en Internet y luego recurrió a la acción violenta, esta vez una dirigida principalmente a las víctimas negras", agregó.
"No podemos permanecer complacientes ante esta continua y grave amenaza a la seguridad nacional", añadió Greenblatt, quien además pidió a los funcionarios electos que actúen y promuevan una legislación que impida futuros crímenes de odio alimentados por el sentimiento supremacista blanco.
