La reciente captura rusa de la ciudad ucraniana de Jersón ha forzado "una nueva realidad" en los residentes de la ciudad, incluida su considerable comunidad judía, dijo el miércoles el rabino de la capital provincial ocupada.
La invasión rusa de Ucrania entró en su séptimo día el martes, en lo que parece ser el mayor asalto a un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
"La historia es que los rusos están aquí ... Lo que más nos preocupa es el bienestar de los judíos, que todo estará bien con ellos y nadie será perjudicado", señaló el rabino Yosef Yitzhak Wolff a Ynet horas después de la captura por parte de Moscú de la ciudad del sur de Ucrania, donde viven casi 250 mil personas.
"Les pedí a todos que no salieran de sus casas bajo ninguna circunstancia, que se quedaran adentro, para que nadie resultara herido, hasta que la imagen se vuelva más clara", comentó Wolff, confirmando los informes de que las fuerzas rusas habían tomado la capital provincial, la ciudad más grande que ha caído ante las fuerzas rusas hasta ahora.
"Recibo videos de nuestros amigos, miembros de la comunidad, que están en todo tipo de lugares de la ciudad. Sí, los rusos están claramente en las calles, en el centro de la ciudad, con muchas herramientas, vehículos blindados y tanques", dijo.
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Guardias civiles de Ucrania en maniobras antes de la invasión rusa de Jersón.
(Reuters)
"Estamos examinando la posibilidad de salir de aquí con miembros de la comunidad, pero sólo en el caso de que se establezca un corredor humanitario, sin él no tomaremos ningún riesgo, Dios no lo quiera. Mientras tanto, estamos aquí", añadió el rabino.
Wolff agregó que los jefes de la comunidad están en contacto constante con Jerusalem y buscaron transmitir un mensaje al pueblo de Israel.
"Todos somos un solo cuerpo, una petición personal, cualquiera que haga una buena acción nos ayudará a todos", agregó.
Jersón está estratégicamente situado sobre el río Dniepr. Su captura permitirá al ejército ruso tratar de conquistar ciudades adicionales en el sur, incluida la ciudad de Odessa, donde viven más de un millón de personas.
Rusia también podrá romper una presa construida por Ucrania en Jersón a través de la cual impidió el flujo de agua a la península de Crimea después de que fue anexada por Moscú en 2014.
A pesar de los brutales combates y los esfuerzos de rescate de Israel, hay israelíes que todavía eligen quedarse en el país sitiado por fuerzas rusas.
