Tras la guerra entre Israel y Hamás, la comunidad judía de Canadá ahora está sufriendo incidentes antisemitas a un ritmo nunca antes visto en el país.
Estos incidentes, que incluyen el lanzamiento de un cóctel Molotov contra una sinagoga y disparos a las puertas de escuelas judías, crearon un nuevo frente en la guerra, para mantener seguras a comunidades judías de todo el mundo.
El rabino Marc Mandel, de la sinagoga Congregación Beth Tikvah, al oeste de Montreal, mostró los daños causados por el cóctel Molotov lanzado contra la puerta del recinto que maneja.
Si bien no había nadie dentro del edificio y y no hubo heridos, según él, desconocidos intentaron prender fuego la sinagoga. "Cuando llegamos, olimos el combustible y luego vimos que la puerta del edificio estaba quemada".
¿Cuál fue tu primer pensamiento al ver esto?
"Profunda decepción, tristeza, frustración, ira y una especie de shock. Hay tantas protestas violentas contra Israel y hay tantos gritos: ¡Son los judíos! "¡Echen a los judíos!", así que, supongo, alguien lo tomó literalmente".
El intento de incendio se produjo junto con incidentes de disparos en la puerta de una escuela judía, lo que generó muchas preocupaciones en la comunidad canadiense. Yair Szlak, director ejecutivo de la Federación Judía CJA de Montreal, también aseguró que el antisemitismo alcanzó un nivel que no había presenciado en su vida.
“Los supervivientes del Holocausto te dirán que eso es lo que vieron, así es como empezó. Pero estamos en una situación que el mundo no vio desde el Holocausto. Y es aterrador”, sostuvo.
Como era de esperar, los acontecimientos antisemitas no perdonaron a las universidades de Montreal. La semana pasada, en la Universidad Concordia, estudiantes judíos organizaron una exhibición pidiendo la liberación de los cautivos israelíes, que ya se vio en docenas de ciudades en todo el mundo.
Según Szlak, algunos de los "estudiantes propalestinos, yo diría que también pro-Hamás, decidieron perturbarlos", lo que provocó un enfrentamiento.
En otro campus, la Universidad de Alberta, en Canadá, se anunció el despido de Samantha Pearson, directora del Centro de Agresión Sexual del instituto. La decisión se produjo después de que ella arrojara dudas sobre el hecho de que durante el ataque de Hamás el 7 de octubre, terroristas violaron y agredieron a mujeres israelíes. En otro caso, un profesor titular en Montreal fue despedido después de gritarle a un estudiante judío: "Vuelve a Polonia".
¿La gente de la comunidad tiene miedo de asistir a escuelas, sinagogas o protestas?
"No sólo veo miedo, también lo escucho. Si les mostrara mi bandeja de entrada de correo electrónico o mi WhatsApp, no hablo de cientos, hablo de miles de mensajes, números de teléfono de personas que tienen miedo.
Mandel añadió: "La gente definitivamente está preocupada por su seguridad después de esta masacre, está ansiosa, siente que las cosas ya no son lo mismo y hay mucha preocupación".
Se recaudaron 120 millones de dólares para Israel
La de Canadá es la tercera comunidad judía más grande fuera de Israel, tras Estados Unidos y Francia. Hay aproximadamente 400.000 judíos y son una parte integral de la historia y el tejido cultural de muchas ciudades de Canadá, particularmente en Montreal, donde los judíos tuvieron un gran impacto.
Szlak señaló que la comunidad es muy pro-Israel y apoya al país de varias maneras, incluidos esfuerzos masivos de recaudación de fondos, que alcanzaron más de 120 millones de dólares donados por judíos canadienses.
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jeremy levi, alcalde de Hampstead, elabora una ley diseñada para combatir el fenómeno de derribar carteles de cautivos israelíes.
(Gilad Jalón)
En respuesta a los recientes incidentes antisemitas, varios activistas locales decidieron llevar la lucha un paso más allá.
Jeremy Levi, alcalde de Hampstead, decidió redactar una ley sin precedentes antes de la guerra que está diseñada para combatir el fenómeno de derribar carteles de cautivos israelíes. Es decir, cualquiera que sea sorprendido quitando dicho cartel se enfrentará a la pena de la multa más alta posible, que asciende a 1.000 dólares. Todo el dinero recaudado será donado a Israel.
"Recibí miles de correos electrónicos y mensajes expresando un amplio apoyo a lo que estamos haciendo, y es una acción muy simple", dijo Levi. "No hay razón para que estos carteles no se vean en todo el mundo", agregó.
La ley entraría en vigor a partir del 20 de noviembre y planea presentar la idea a otros alcaldes de ciudades, en una conferencia en Florida, esta semana, con el objetivo de alentar a más municipios de América del Norte a adoptarla.
Paralelamente a Levi, un local llamado Corey Fleischer, que creció en la zona, decidió dedicar su vida a la lucha contra el odio y convirtió su preocupación en un movimiento global llamado Erasing Hate, cuyo objetivo es eliminar los graffitis de odio dirigidos contra judíos y otros grupos minoritarios.
Fleischer contó que, después de borrar su primera esvástica nazi, sintió una sensación que nunca antes había experimentado y, desde entonces, decidió dedicar su vida a esta causa. En los últimos 14 años, dice que él, junto con sus activistas, eliminaron con éxito decenas de miles de mensajes de odio.
Además, explicó que cualquiera que pase por delante de mensajes de odio se convierte en su víctima: "Es una forma de terror, y eso es lo que hace el terror. Es lo mismo que el cóctel Molotov lanzado contra la sinagoga o los disparos en mitad de la noche. Se hace para aterrorizar a las comunidades que viven en la zona. Así que, si podemos eliminarlo, significa que neutralizaremos el terrorismo".
"Nunca estuve más orgulloso de ser judío"
A pesar del temor al antisemitismo, desde que comenzó la guerra hubo varias protestas en apoyo a Israel en Canadá, a las que asistieron entusiastas partidarios, tanto judíos locales, como israelíes.
Szlak señaló que tal manifestación no es un asunto sencillo para la comunidad judía. "La policía necesita mucho esfuerzo para protegernos y estamos en constante comunicación con ellos", planteó.
El rabino Mandel también manifestó que la policía se esfuerza diariamente por proteger a la comunidad y se toma el asunto en serio. Por eso, las patrullas policiales cerca de las sinagogas se convirtieron en algo habitual.
"Debemos pasar la antorcha a la próxima generación, hacer lo que sea necesario y utilizar todos los medios para detener este odio", remarcó.
"Estamos tensos, pero vigilantes", sumó Levi.
Fleischer, está de acuerdo. "Nunca me sentí más orgulloso de ser judío, en Montreal y en todo el mundo. La luz siempre vencerá a la oscuridad", confesó.
Según Szlak, los judíos en Canadá siempre estarán ahí para apoyar a Israel. Incluso cuando llegue el momento de reconstruir los kibutzim que fueron quemados, ellos serán los primeros en ayudar. “No podemos dejar de ser judíos orgullosos. Esto significa enviar a los niños a las escuelas, ir a la sinagoga, llevar una estrella de David, ponerse una kipá, no quitarse las mezuzá, porque si dejamos de ser judíos, ellos ganaron”, puntualizó.
Para denunciar graffitis de odio antisemita, comuníquese con Erasing Hate en Facebook e Instagram.
