Los libros de la Torá sacados de una sinagoga destruida por los ataques aéreos rusos, fueron llevados a Israel, informaron este lunes las autoridades.
La operación de rescate de los dos volúmenes del texto duró casi nueve meses y el intento de extraer otros varios de las ruinas, sigue en curso.
Los esfuerzos por sacar los rollos de la Torá comenzaron poco después del inicio de la invasión rusa, en febrero pasado, cuando un rabino de una ciudad del este de Ucrania decidió trasladarlos a un lugar más seguro.
Un mes después, la sinagoga fue alcanzada por un ataque aéreo ruso.
Muchas otras sinagogas de Ucrania resultaron dañadas por la guerra, entre ellas la de Mariupol, que sufrió asedio e intensos bombardeos por meses
Cuando la situación siguió empeorando, el rabino -que consiguió escapar de la ciudad- pidió ayuda a la comunidad judía para que le trajeran los libros que le quedaban para poder entregarlos en Israel.
En un esfuerzo asumido por judíos y sus vecinos no judíos, los libros fueron transportados en bicicletas hasta un punto de encuentro, donde fueron llevados en coche lejos de la zona.
Como la ciudad ya estaba bajo ocupación rusa, los libros se transportaron a otro país de Europa del Este y se entregaron a una persona que se disponía a emigrar a Israel. Pero el plan se truncó cuando el hombre no declaró los libros en la aduana al embarcar en su vuelo, y le fueron confiscados.
Tras intentar recuperarlos, finalmente fueron embarcados en un vuelo con destino a Israel.
Las aduanas israelíes también confiscaron las Torás, temiendo que fueran robadas, y sólo tras la intervención de la Federación de Comunidades Judías de Ucrania y del entonces miembro de la Knesset Michael Malkieli, se aclaró el malentendido.
