Las comunidades ultraortodoxas en Nueva York están reportando una catástrofe. Debido a su división en congregaciones, es difícil saber el número exacto de muertes, pero se cree que es alto. El grupo Boro Park informó que seis personas murieron durante Shabat, incluido un hombre de 42 años, del cual circuló un video en que se lo ve bailando en la celebración de Purim hace apenas tres semanas.
Un conductor de autobús de 39 años también murió y la prensa local informa que muchos miembros de estas comunidades están gravemente enfermos con el virus. Al menos 17 funerales se llevaron a cabo el viernes en la comunidad jasídica en Boro Park, seis veces el número habitual.
Los judíos ortodoxos representan el 13% de todos los casos confirmados en Nueva York. Bill de Blasio, alcalde de la ciudad, ya había tomado la medida de cerrar las sinagogas. Sin embargo, los grupos más extremos se niegan a cumplirla. Los Ángeles también experimenta un aumento en los casos de coronavirus y la aplicación de restricciones resulta ineficaz entre los ultraortodoxos.
Por su parte, en Francia, la comunidad judía ortodoxa sufre grandes pérdidas, incluidas figuras religiosas de alto rango. Las muertes al interior de la comunidad constituyen un porcentaje muy alto sobre el total de casos. Robert Ejnes, presidente de las comunidades judías en Francia, afirmó que todas las sinagogas y centros comunitarios ahora se encuentran cerrados para contener la propagación, y se insta a los miembros a permanecer en sus hogares.
En la comunidad de Estrasburgo, se informa que la mayoría de sus miembros ya se enfermaron. En el Reino Unido, los números también superan en proporción los de la población general, y las comunidades ultraortodoxas persisten en ignorar las restricciones gubernamentales. Un 5% de todas las muertes por coronavirus en el Reino Unido son judíos, aunque constituyen solo el 0.3% de los ciudadanos británicos.
En la devastada Italia, solo seis judíos de Milán han muerto y hay dos casos graves de enfermedad en Roma. El número relativamente bajo se atribuye a su disciplina demostrada en el cumplimiento de las directivas del gobierno. En Bélgica, hogar de otra gran comunidad ultraortodoxa, se espera que un asombroso 85% contraiga el virus, que aproximadamente 17.000 requieran hospitalización y que hasta 550 perezcan por la enfermedad.