Los supermercados kosher de Estados Unidos están reconsiderando su inventario, los políticos están vaciando sus congeladores y el ministro de Relaciones Exteriores de Israel busca involucrarse en la política local de Estados Unidos.
Todas las reacciones fueron parte de la polémica causada por el gigante de helados Ben & Jerry's, que el lunes por la mañana anunció que dejaría de vender helados en el "territorio palestino ocupado".
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Los fundadores de Ben & Jerry's, Jerry Greenfield (izquierda) y Ben Cohen, durante un evento en Washington en 2019.
(Win McNamee/Getty Images)
El primer ministro Naftalí Bennett, un partidario de los asentamientos en Cisjordania, calificó la decisión como un "boicot a Israel" y señaló que se trata de una medida “claramente antiisraelí”
La compañía con sede en Vermont, Estados Unidos, fundada por dos judíos y conocida desde hace mucho tiempo por sus inclinaciones políticas de izquierda, se había mantenido alejada de las redes sociales durante dos meses desde el reciente estallido de la violencia entre Israel y las organizaciones terroristas de la Franja de Gaza. El anuncio rompió ese silencio, enfureciendo a los defensores de Israel, que manifestaron que la decisión fue un ataque injusto contra el Estado judío, y decepcionando a las agrupaciones propalestinas, que expresaron que la compañía debería haber tomado una decisión más contundente.
Políticos israelíes, supermercados en Estados Unidos, varios expertos e incluso el actual licenciatario de Ben & Jerry’s en Israel, criticaron duramente al gigante de helados a y su empresa matriz, la multinacional británica Unilever, por su declaración.
Cabe señalar que los fundadores judíos de la empresa, Ben Cohen y Jerry Greenfield, ya no administran la marca, pero a menudo han usado sus productos para impulsar causas de justicia social.
Los políticos israelíes pasan a la ofensiva
Las reacciones de los líderes de Israel fueron duras. A pesar de las distinciones que Ben & Jerry's hizo en su declaración sobre Israel y el "Territorio Palestino Ocupado", el primer ministro Naftalí Bennett, un partidario de los asentamientos en Cisjordania, calificó la decisión como un "boicot a Israel" y señaló que se trata de una medida “claramente antiisraelí”. Su predecesor, Benjamín Netanyahu, apuntó contra la compañía en Twitter. “Ahora los israelíes sabemos qué helado NO comprar”, expresó.
El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Yair Lapid, el arquitecto de la actual coalición gobernante que generalmente está a la izquierda de Bennett en lo que respecta a los palestinos, fue aún más lejos y calificó la decisión como una "rendición vergonzosa al antisemitismo, al [movimiento antiisraelí] BDS y a todo lo que está mal en todo lo relacionado con el antiisraelismo y el discurso antijudío". Además, hizo un llamado a los estados de Estados Unidos para que tomen medidas contra Ben & Jerry's basándose en las leyes estatales que prohíben al gobierno contratar entidades que boicoteen a Israel.
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La ministra de Economía israelí, Orna Barbivay, arroja una caja de helado Ben & Jerry's a la basura.
(Cuenta de TikTok de la ministra de Economía, shutterstock)
“Atacar a las personas que intentan distinguir entre los territorios que están bajo soberanía israelí y los que no, calificándolas de antisemitas, es abusar del significado de 'antisemitismo'"
Daniel Sokatch, director ejecutivo de New Israel Fund
La ministra de Economía israelí, Orna Barbivay publicó un video en TikTok de ella arrojando una caja de helado de Ben & Jerry’s a la basura.
Otras figuras públicas israelíes compararon el boicot de la empresa con el terrorismo.
Amichai Chikli, un legislador de derecha, manifestó: "Ben & Jerry's, elegiste el lado equivocado", y publicó una foto del año 2000 en la que aparece un palestino que acababa de matar a dos soldados israelíes mostrando sus manos cubiertas de sangre a través de una ventana.
En Estados Unidos, las organizaciones judías ofrecieron respuestas variadas a la declaración de la empresa que se correspondían con su orientación política.
Jeremy Ben-Ami, presidente del grupo de defensa de Israel de tendencia izquierdista, J Street, afirmó que Ben & Jerry's estaba trazando "una distinción racional y basada en principios entre las transacciones comerciales en el Estado de Israel y las que se llevan a cabo en el territorio que ocupa". Y agregó que el término "antisemitismo" no se aplica a las acciones de la empresa.
Daniel Sokatch, director ejecutivo del izquierdista New Israel Fund, sostuvo que Ben & Jerry's no estaba siendo antisemita al retirarse del "territorio palestino ocupado" porque "estas tierras están bajo soberanía israelí".
“Atacar a las personas que intentan distinguir entre los territorios que están bajo soberanía israelí y los que no, calificándolas de antisemitas, es abusar del significado de 'antisemitismo' y, en última instancia, se intenta atacar a aquellos que buscan trabajar por un futuro de igualdad y justicia para Israelíes y palestinos por igual”, sostuvo Sokatch en un comunicado.
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El dueño de una tienda kosher en Maryland, Estados Unidos, retiró los helados de Ben & Jerry's de sus congeladores.
(Dror Shoshani/Facebook)
“Debido a las acciones recientes de Ben & Jerry's, Glatt Express ya no venderá sus productos. El pueblo de Israel vive”
Glatt Express Supermarket, tienda de productos kosher de Nueva Jersey
La Liga Antidifamación, un grupo centrista, manifestó que estaba "decepcionada" por la medida, y añadió que la empresa de helados “puede estar en desacuerdo con las políticas sin alimentar campañas peligrosas que buscan socavar a Israel". No obstante, la organización se abstuvo de pedir acciones específicas contra Ben & Jerry’s.
Por su parte, la Organización Sionista de Estados Unidos, de tendencia derechista, llamó a boicotear a la empresa, proclamando que Ben & Jerry's es "malo para la salud moral y física". El llamado al boicot fue compartido por otros, como el comentarista conservador judío Ben Shapiro, quien dijo que dejaría de consumir los helados de la firma estadounidense.
Los proveedores de alimentos kosher retiran los helados de Ben & Jerry's de sus congeladores
Glatt Express Supermarket, una tienda de comestibles kosher en Teaneck, Nueva Jersey, anunció a través de Facebook que dejaría de comercializar los productos de Ben & Jerry's tras el anuncio de la empresa.
“Debido a las acciones recientes de Ben & Jerry's, Glatt Express ya no venderá sus productos. El pueblo de Israel vive”, escribió la tienda en una publicación.
Aron’s Kissena Farms, un mercado kosher en Queens, tomó la misma decisión. El mercado "ha eliminado todos los productos de Ben & Jerry de los congeladores y ya no venderá sus helados", manifestó la tienda en Facebook. "Aron’s Kissena Farmas apoya al Estado de Israel”, agregó.
Morton Williams, una cadena de supermercados con sede en Nueva York, también se unió al boicot al gigante de helados. Avi Kaner, copropietario de la empresa, dijo que su compañía se preparaba para "poner fin a las ventas de los productos de Ben & Jerry’s”.
Además, algunas figuras de la derecha judía estadounidense lanzaron una campaña en las redes sociales para convencer a la empresa de certificación kosher KOF-K de cesar de ofrecer sus servicios a Ben & Jerry's.
"Al mantener una presencia en Israel, Ben & Jerry's sigue siendo cómplice del asesinato, el encarcelamiento y el despojo del pueblo palestino y la violación del derecho internacional"
Kathy Shapiro, presidenta de Vermonters for Justice in Palestine
Las organizaciones de extrema izquierda no están satisfechas
Vermonters for Justice in Palestine, un grupo activista que ha estado liderando una campaña de años contra los fabricantes de helados por hacer negocios en Israel, sostuvo que la medida no fue lo suficientemente lejos.
"Al mantener una presencia en Israel, Ben & Jerry's sigue siendo cómplice del asesinato, el encarcelamiento y el despojo del pueblo palestino y la violación del derecho internacional", manifestó la presidenta de la organización, Kathy Shapiro, en un comunicado. Otro grupo de extrema izquierda, Occupy Burlington, había llevado a cabo una campaña contra Ben & Jerry’s por establecer relaciones comerciales con Israel.
Mientras tanto, CodePink, un grupo internacional de mujeres de izquierda, elogió la decisión por demostrar que la presión funciona. Sin embargo, también señaló que la empresa debería hacer más.
"Ben & Jerry's incluyó en la declaración que permanecerán en Israel", sostuvo Danaka Katovich, coordinadora de campaña de CodePink en Oriente Medio, en un comunicado.
“Espero que Ben & Jerry's continúe escuchando a los palestinos y sus demandas en el futuro y reconozca que el sistema de apartheid de Israel existe no sólo en los Territorios Ocupados sino desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo", agregó.
"Hicieron esto porque no estamos de acuerdo en dejar de vender helados en todos los rincones de Israel"
Avi Zinger, director ejecutivo del licenciatario de Ben & Jerry's en Israel
El licenciatario israelí de Ben & Jerry's manifestó su postura
El licenciatario israelí de Ben & Jerry's, que opera una fábrica en la ciudad de Be’er Tuvia, recurrió a las redes sociales horas después del anuncio para denunciar a la corporación estadounidense y su empresa matriz.
El distribuidor israelí pidió a los consumidores israelíes que continúen comprando helado Ben & Jerry's, diciendo que los cientos de trabajadores locales que lo fabrican necesitan su apoyo.
En un video pregrabado, el director ejecutivo del licenciatario, Avi Zinger, dijo que le habían notificado el lunes por la mañana que la compañía no renovaría su licencia cuando expire a fines de 2022.
"Hicieron esto porque no estamos de acuerdo en dejar de vender helados en todos los rincones de Israel", indicó Zinger.
“La razón por la que lo hicieron es por la presión del BDS”, aseveró Zinger. “No nos rendiremos y es importante que nos apoyen. Les pido a todos que nos respalden y nos ayuden a luchar, porque nuestra lucha es la de todos", añadió.
