Benjamin Netanyahu condenó los escupitajos a cristianos y los casos de violencia contra ellos que se dieron en las últimas horas, y afirmó que "Israel está totalmente comprometido a salvaguardar el sagrado derecho de culto y peregrinación a los lugares santos de todas las confesiones".
El primer ministro añadió: "Condeno enérgicamente cualquier intento de intimidar a los fieles, y me comprometo a tomar medidas inmediatas y decisivas contra ello."
"La conducta despectiva hacia los fieles es un sacrilegio y es algo inaceptable. No se tolerará ninguna forma de hostilidad hacia las personas que participan en el cristianismo", añadió Netanyahu, en comentarios que se publicaron en sus redes sociales en inglés.
Las críticas se dieron horas después de que el rabino jefe asquenazí de Israel, David Lau, también condenara en un comunicado los ataques. En él, aseguró que la costumbre en el Templo Sagrado durante Sucot, era hacer sacrificios y rezar por el bienestar y el respeto de todas las naciones que honran Jerusalem.
"Condeno enérgicamente cualquier ataque contra personas de cualquier fe y tal conducta no puede atribuirse a la ley judía", afirmó Lau.
Las condenas llegan a colación de las palabras de un israelí que actuaba como portavoz de la legisladora Limor Son Har-Melech, del partido Otzma Yehudit, que escribió en un post que escupir cerca de clérigos cristianos o iglesias es una costumbre milenaria que está respaldada en la ley judía.
"Tal vez la influencia de la cultura occidental nos ha hecho olvidar lo que es el cristianismo, pero creo que millones de judíos que han sufrido las cruzadas, las torturas de la inquisición y los pogromos, nunca lo olvidarán", sostuvo Elisha Yered, sospechoso de estar implicado en el asesinato de un palestino.
El custodio vaticano de los cristianos y los lugares santos en Israel, el padre Francisco Patton, declaró también en una entrevista, junto con la publicación hermana de Ynet, Calcalist, que en el último año han aumentado los ataques contra cristianos y lugares cristianos y que la violencia está suscitando preocupación entre los peregrinos que desean visitar Tierra Santa.
También advirtió que esos ataques reciben atención inmediata en los medios de comunicación mundiales y podrían causar un aumento del antisemitismo.
El ministro de Asuntos Religiosos, Michael Malkiel, también condenó los hechos. "Este no es el camino de la Torá", manifestó. "No hay ningún rabino que legitime un comportamiento tan deplorable. Debemos denunciarlo y seguir respetando a todas las personas que honran las puertas de la ciudad santa".
El ministro ultraortodoxo de Vivienda, Yitzhak Goldknopf, se sumó a la condena y dijo que la Torá judía ordena tratar con respeto a todas las personas, independientemente de su fe.
En una declaración, líderes afiliados al sector religioso sionista afirmaron que los ataques contra cristianos y sus lugares son una abominación religiosa.
"Esto nos enseña que no hemos aprendido nada de las veces que fuimos tratados de tal manera", plantearon.
"Es una vergüenza sin parangón. Guardar silencio ante tales actos es una subversión de nuestra fe y de la imagen de Dios que existe en nosotros".
El último en sumarse a la condena fue el alcalde de Jerusalem.
First published: 10:53, 03.10.23