El vendedor anónimo que puso a subasta los kits de tatuajes usados en prisioneros en el campo de exterminio de Auschwitz se disculpó durante una audiencia en el tribunal. "No quise causar daño a nadie", dijo, y agregó que está considerando la posibilidad de donar los troqueles a Yad Vashem. El hombre no compareció ante el tribunal y sus abogados hicieron su declaración.
Al final de la audiencia, la jueza Rachel Orkabi extendió la suspensión de la venta de lo que describió como "el espantoso artefacto del Holocausto". Obtenido de un coleccionista privado, los ocho troqueles de acero del tamaño de una uña, cada uno forrado con alfileres para formar números, habrían sido presionados en la carne de los prisioneros con tinta para marcar sus números de serie, según el subastador Meir Tzolman.
Su sitio web lo había considerado "el artículo más impactante del Holocausto", con un valor de venta proyectado de 30.000 a 40.000 dólares. El Tribunal de Distrito de Tel Aviv detuvo la venta de los dados a principios de este mes, luego de una declaración de los sobrevivientes del Holocausto.
Entrevistado antes de la orden judicial, Tzolman dijo que era nieto de sobrevivientes del Holocausto que se habían tatuado. Defendió la subasta, de la que tomaría una comisión del 25%, como un medio para asegurarse que los troqueles llegaran a "las manos adecuadas".
Un acuerdo de culpabilidad propuesto por Orkabi haría que los kits fueran examinados por Yad Vashem. Si el museo confirma su autenticidad, el estado considerará adquirirlos y luego donarlos.
El tribunal dictaminó que el vendedor anónimo tiene 48 horas para responder a la propuesta.
La semana pasada, el fiscal general Avichai Mandelblit dijo que se opone a la subasta y anunció que se unirá a la batalla legal en curso para evitarla. "No es apropiado que los sellos de Auschwitz se vendan al mejor postor", escribió Mandelblit en su opinión ante el Tribunal de Distrito de Tel Aviv. "Tal comercio es inválido en términos de valores, moral e intereses públicos y nacionales", añadió.
El fiscal general también dijo que los kits deben ser transferidos al cuidado de Yad Vashem, posición que reiteró su presidente, Dani Dayan, quien calificó la subasta de "moralmente inaceptable" y que fomenta la proliferación de falsificaciones.