La editorial de una nueva y controvertida obra sobre Ana Frank retiró el libro después de que un grupo de historiadores holandeses publicara una crítica en profundidad de su "escenario más probable" sobre quién traicionó a la adolescente judía y a su familia en la Ámsterdam ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, la editorial estadounidense de "The Betrayal of Anne Frank: A Cold Case Investigation" anunció este miércoles que seguirá vendiendo el libro.
La investigación, publicada a principios de este año en un libro de la académica y escritora canadiense Rosemary Sullivan, suscitó inmediatamente críticas en los Países Bajos.
En una "refutación" escrita de 69 páginas, seis historiadores y académicos describen los hallazgos como "un castillo de naipes inestable".
La editorial holandesa del libro, Ambo Anthos, reiteró una disculpa y anunció que retiraba "La traición de Ana Frank".
El libro alegaba que la persona que reveló la ubicación del escondite secreto anexo de la familia Frank era probablemente un destacado notario judío, Arnold van den Bergh, que reveló la ubicación en un edificio junto al canal de Ámsterdam a los ocupantes alemanes para salvar a su propia familia de la deportación y la muerte en los campos de concentración nazis.
Los historiadores holandeses revisaron el trabajo del equipo y concluyeron que la "acusación es imposible de sostener".
Los historiadores explicaron que el libro "muestra un patrón distintivo en el que las suposiciones son hechas por el CCT (equipo de casos fríos), sostenidas como verdaderas un momento después, y luego utilizadas como un bloque de construcción para el siguiente paso en el tren de la lógica. Esto hace que todo el libro sea un castillo de naipes inestable, porque si cualquier paso resulta ser erróneo, las cartas de arriba también se derrumban".
En respuesta, el jefe del equipo del caso frío, Pieter van Twisk, expresó a la emisora holandesa NOS que el trabajo de los historiadores era "muy detallado y extremadamente sólido" y afirmó que "nos da una serie de cosas en las que pensar, pero por el momento no veo que se pueda eliminar definitivamente a Van den Bergh como principal sospechoso".
Desde la publicación del libro en enero, el equipo publicó en su página web reacciones detalladas a las críticas recibidas.
El cineasta holandés Thijs Bayens, que tuvo la idea de reunir el equipo de casos sin resolver, admitió en enero que el equipo no tenía una certeza del 100% sobre Van den Bergh.
"No hay una pistola humeante porque la traición es circunstancial", dijo Bayens a The Associated Press en su momento.
Pero no todos los editores abandonaron el libro.
En EE.UU., la editorial HarperCollins emitió un comunicado en el que afirmaba que apoyaba "La traición de Ana Frank", y añadía que "aunque reconocemos que hubo algunas críticas a los hallazgos, la investigación se hizo con respeto y el máximo cuidado para un tema extremadamente sensible".
La familia Frank y otros cuatro judíos se escondieron en el anexo, al que se accedía por una escalera secreta oculta tras una librería, desde julio de 1942 hasta que fueron descubiertos en agosto de 1944 y deportados a campos de concentración. Ana y su hermana murieron en el campo de exterminio de Bergen-Belsen.
Sólo el padre de la adolescente, Otto Frank, sobrevivió al Holocausto. Luego, publicó el diario de Ana después de la Segunda Guerra Mundial y rápidamente se convirtió en un símbolo perdurable de pérdida y resistencia, leído por millones de personas en todo el mundo.
Ronald Leopold, director del museo de la Casa de Ana Frank, con sede en el edificio donde se escondió la familia, aseguró en enero que seguían faltando "muchas piezas del rompecabezas. Y esas piezas deben ser investigadas más a fondo para ver cómo podemos valorar esta nueva teoría".
El miércoles, Leopold manifestó que las dudas que el museo tenía en enero sobre las conclusiones del equipo encargado del caso sin resolver "están respaldadas por el contraexamen de destacados historiadores".
"No se puede consignar a alguien a la historia como traidor de Ana Frank si no se tienen pruebas concluyentes. Esperamos que esta contrainvestigación limpie el nombre de Van den Bergh de toda culpa, también para sus familiares, incluida la nieta Mirjam de Gorter", cerró.
