Poco después de la puesta de sol, Yaakov Tabersky presentó a su primogénito en una bandeja de plata a un sacerdote judío en una ceremonia que recuerda el éxodo bíblico de Egipto.
La ceremonia, conocida como pidyon haben, o "redención del primogénito", se celebró en una comunidad ultraortodoxa de Beit Shemesh, cerca de Jerusalem. El rito tuvo un significado añadido ya que el bebé es el bisnieto de Aharon Biderman, rabino principal de la dinastía jasídica Lelov.
El rito tuvo un significado añadido ya que el bebé es el bisnieto de Aharon Biderman, rabino principal de la dinastía jasídica Lelov
Los hijos primogénitos constituían originalmente el sacerdocio de los antiguos israelitas. Como se describe en el Libro del Éxodo, se salvaron de la última plaga que cayó sobre el faraón, en la que se dice que Dios eliminó a los primogénitos de Egipto, un acontecimiento que se conmemora cada primavera en la Pascua.
Sin embargo, el primogénito judío perdió más tarde ese privilegio cuando los israelitas se unieron a la adoración de un becerro de oro, tras ser liberados de Egipto, desafiando la prohibición de la idolatría.
El sacerdocio se transfirió entonces a los descendientes del profeta Aarón, que no participaron. La tradición sostiene que los judíos deben redimir a sus hijos primogénitos a un kohen, miembro de la clase sacerdotal descendiente de Aarón.
La ceremonia se celebra 30 días después del nacimiento del primer hijo de la madre y va acompañada de una comida festiva a la que asisten familiares y amigos. Además, los participantes se visten con vestidos y trajes de gala luego de adornar al bebé con joyas para celebrar la bendición.
El rito es observado principalmente por los ultraortodoxos.
Primero, el padre presenta al bebé en una bandeja de plata al kohen, devolviendo simbólicamente su primogénito a Dios. Luego, el kohen ofrece aceptar cinco monedas de plata en lugar del niño, y una vez realizado el pago, el hijo queda redimido. Para finalizar, el kohen levanta una copa de vino y recita una oración.