Esta semana la comunidad judía de Varsovia enterró a una víctima del Holocausto no identificada: se trata de unos restos que fueron descubiertos este verano en un edificio que se encontraba dentro del gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial.
"Estamos aquí como la familia de una persona que no conocemos", dijo el rabino jefe de Polonia, Michael Schudrich, mientras los huesos, envueltos en tela blanca, yacían en un carro de madera y los miembros de la comunidad se reunían. Cuatro hombres llevaron el carro a la tumba, donde los restos fueron enterrados con tierra de Israel.
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La comunidad judía de Varsovia celebra el funeral para la víctima del Holocausto no identificada.
(AP )
La ceremonia tuvo lugar en el cementerio judío de Varsovia, uno de los cementerios judíos más grandes de Europa. Los líderes judíos que asistieron al funeral recitaron el Kadish, la oración judía de duelo.
Leslaw Piszewski, presidente de la comunidad judía de la capital de Polonia, dijo que el entierro fue un evento muy emotivo, sobre todo en vísperas de Yom Kippur, uno de los días más sagrados del calendario judío. "Después de casi 80 años, esta persona desconocida recuperó su dignidad", declaró Piszewski.
Los restos fueron descubiertos debido a la rotura de un caño en un edificio en Muranow, un distrito de Varsovia que era en gran parte judío antes de la guerra, y fue el sitio donde se levantó el gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial.
Marek Slusarz, un hombre que vive y dirige una fundación comunitaria sin fines de lucro en el edificio, descubrió los huesos humanos cuando buscaba en el sótano la fuente de un rompeolas. Rápidamente, alertó a la policía y a la comunidad judía.
Se cree que los restos pertenecían a un judío que estaba escondido cuando las fuerzas alemanas aplastaron el levantamiento del gueto de Varsovia de 1943, arrasando el área hasta los cimientos. El lugar fue reconstruida después de la guerra sobre los escombros.
Slusarz dijo que a pesar de la tragedia, fue un motivo de satisfacción que, luego de tantos años, la víctima haya tenido un entierro digno. A pesar de no ser judío, afirmó que esperaba que este tipo de eventos inspiraran a las generaciones más jóvenes en Polonia a preservar la memoria de los siglos de coexistencia judía y no judía en el país.
Un representante de la Embajada de Israel depositó una ofrenda floral sobre la tumba. Wojciech Kolarski, secretario de Estado en la oficina del presidente Andrzej Duda, también presentó sus respetos en el funeral.
